Llevo
toda la semana pensando en escribir esta entrada sin hacerlo, no he encontrado
el momento. Podría decir que no he tenido tiempo, estaría mintiendo, todos los
días tengo y he tenido 24 horas, aunque las he dedicado a otra cosa.
Y es
que por mucho que pensemos en hacer algo ese algo no se suele hacer solo, sobre
todo si está esperando a que lo hagamos nosotros. Podemos estar pensando en
estudiar todo el día sin hacerlo y al final del día no habremos avanzado y
además nos sentiremos culpables de no haber hecho. Curioso, estaríamos mejor si
ni siquiera hubiésemos pensado en lo que nos conviene.
Y es
que darse cuenta de lo que es importante para nosotros en cada momento supone
una responsabilidad, por eso muchos prefieren no mirar, no darse cuenta y así
no se tienen que hacer responsables. Responsabilidad es habilidad para
responder y la respuesta se ve en las acciones.
Así
puedo pensar en recoger la mesa y no hacerlo, pensar todos los días en que
tenía que hacer ejercicio y no moverme del sofá o pensar en decir algo a esa
chica sin acercarme siquiera.
Nos
excusamos diciendo que hay que pensarlo bien y no atascamos en la parálisis por
el análisis, tanto pensar no hacemos.
Foto tomada del blog mundodeisabel |
Además
cuanta energía gastamos pensando en hacer algo sin hacerlo, para después
fustigarnos por no haber hecho. Darte cuenta de lo que estás “NO HACIENDO” te
lleva a la insatisfacción y de ahí puedes sacar la energía para empezar a
hacer. Podemos aprovechar esa energía para ponernos en movimiento en lugar de
para culpabilizarnos.
Pensar
en hacer sin hacer nos lleva a la insatisfacción, esa insatisfacción nos puede
impulsar a avanzar si no lo hemos hecho antes
Otras
veces no empezamos esperando el plan perfecto o el momento perfecto hasta que perdemos
la oportunidad ¿Cuándo es el momento perfecto para tener un hijo? Hay que tener
la pareja perfecta, una casa, trabajo indefinido… Y claro cumplimos los 40
esperando y después quizá sea demasiado tarde.
No
pienses demasiado no sea que se pase la oportunidad sin ni siquiera haberlo
intentado.
La
única forma de avanzar es ponerte con ello. Y podemos transformar la insatisfacción
en satisfacción del resultado conseguido. Además de disfrutar del camino,
sabiendo y sintiendo que estamos haciendo lo que queremos hacer porque es
importante para nosotros. Como escribir este texto.
Mira
a ver qué es lo que estás pensando
en hacer desde hace tiempo, eso que te ocupa la mente y decide cuándo vas a empezar y lo bien que te
vas a encontrar cuando lo tengas hecho.
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