“Los
jóvenes de hoy en día adoran las cosas lujosas; tienen malos modales y
desprecian la autoridad; muestran una falta de respeto hacia los mayores y les
encanta platicar en donde estén. Los jóvenes son hoy en día unos tiranos y no
son serviciales en sus casas. Nunca se levantan cuando los mayores entran en la
casa. Les llevan la contraria a sus padres, hablan delante de la gente, comen
golosinas en la mesa, cruzan sus piernas y les faltan al respeto a sus maestros”.
Podríamos
oír esta frase a mucha gente ahora, aunque realmente la frase está atribuida a Aristóteles,
en el siglo IV antes de Cristo. Así que siempre se ha hablado mal de los
jóvenes.
La
juventud es una época de descubrimientos, de probar, dónde normalmente nos atrevemos más y tenemos menos
ataduras, la juventud es la esperanza del futuro. Seguramente Aristóteles tenía
un mal día y había olvidado cómo era de joven.
Este
viernes estuve hablando con María, una alumna que hace unos dos años se fue a
hacer su trabajo fin de grado, antiguo proyecto fin de carrera, a Méjico.
Después de acabar estuvo unos meses viviendo en Las Vegas (Estados Unidos) para
aprender inglés. Volvió por España y se marchó a Australia a continuar con el
inglés donde estuvo cinco meses para irse de viaje por el sudeste asiático
durante cuatro meses y medio. Todo esto con poco dinero y muchas ganas.
Aprendí
mucho en la conversación, sobre todo un nuevo mundo de intercambio de servicios
que se mueve en internet, sobre el atreverse a hacer cosas, hacer que las cosas
les sucedan, sin esperar que sucedan por arte de magia.
Ella
ha aprendido de las experiencias, de vivir con gente de distintas culturas, de
ver nuevas formas de vivir y todo por salir de la zona de confort, esa zona donde estamos cómodos y aprendemos poco.
Para aprender nos tenemos que retar y a veces sentir incomodidad.
El
aprendizaje, la experiencia, lo que sabemos,
nos da posibilidades, nos abre puertas, además de abrirnos la cabeza. Y las experiencias que tengas dependen de lo
que decidas hacer, quedarte en casa delante de la tele con el mando a
distancia o hacer cosas.
El
momento perfecto nunca llega. Hoy en un foro de emprendimiento que si tienes
hijos pequeños igual no es el mejor momento para emprender e iniciar una
empresa. Aunque si la juventud ya se pasó y tienes un sueño ¿a qué vas a
esperar?
En
Nueva Orleans, en 2011, Candy Chang pintó una pared de pizarra y dio espacio y
permiso para que la gente soñase, escribió “before I die I want…” (“antes de
morir quiero…”) y dejo tizas para que cada uno añadiese lo que quisiese y todos
nos pudiésemos sentir acompañados en nuestros sueños. Las cosas más valiosas
que tenemos son el tiempo y las relaciones con otras personas, como Candy nos
dice en el video más abajo.
No somos eternos, nunca
vas a ser más joven que ahora, aunque tengas 60 años. No esperes más para
perseguir tu sueño y hacer lo que quieres hacer antes de morir.
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