domingo, 21 de marzo de 2021

A partir de cierta edad, cuenta más el estado de conservación que el año de fabricación

Un amigo y compañero de trabajo, ya desde hace años, tiene su tabla de ejercicios que hace todas las mañanas. Estiramientos y esfuerzos matutinos que traen beneficios a lo largo del día, hacen que te encuentres mejor.

Puede no ser fácil mantener la constancia. Me ha dicho, en más de una ocasión, que depende de lo que hagas a los 40 (o a partir de) así estarás a los 70.

La energía y la motivación para mantener la constancia vienen del conocimiento de la ley de causa-efecto. Lo que hagas tiene sus consecuencias. He estado con Miguel Ángel en Yoga, con más de 60 años, y ¡cómo se dobla!

Al principio la diferencia no se nota mucho. Al empezar un trabajo no hay diferencias, o al empezar en un deporte o al ser joven. Poco a poco, con el tiempo y la repetición (la constancia), la diferencia se va notando. La mejora o el mantenimiento se acumula y las diferencias se empiezan a ver. Como dice el dibujo, a partir de cierta edad, se nota más la conservación que el año de fabricación.

Foto tomada de https://twitter.com/zilla_noe; inspiración para el texto
Un concepto menos conocido de la metodología japonesa de Toyota (Lean Manufacturing) es el Muri. El Muri se refiere al sobreesfuerzo para realizar algo, tanto de máquinas como de personas. Cuándo una máquina va más allá de su capacidad sufre consecuencias, especialmente en forma de averías. Lo mismo pasa con las personas cuando vamos más allá de nuestra capacidad. Se debe prestar atención al posible Muri para evitarlo.

Para que todo funcione bien en una fábrica hay que tener un buen mantenimiento. El mantenimiento es un trabajo desagradecido, cuando funciona nadie se da cuenta de que está ahí, no hay averías y si las hay se notan poco. Pero cuando no funciona las averías tienen consecuencias y entonces nos quejamos del mantenimiento.

Lo mismo es para cada uno de nosotros, cuando hacemos un buen mantenimiento con nosotros mismos, casi ni se nota, estamos bien. Si no lo hacemos es cuando nos acordamos de lo bien que se está cuando se está bien.

Se suelen distinguir tres grandes tipos de mantenimiento:

  • Correctivo: se aplica cuando algo falla y hay que arreglarlo. Vamos al taller con el coche porque falla o vamos al médico porque algo está fallando.
  • Preventivo: es lo que se hace para prevenir. El mantenimiento anual del vehículo. En el caso de las personas: ejercicio regular, buena alimentación y descanso son los clásicos. Me atrevo a añadir la buena compañía.
  • Predictivo: Se enciende un piloto que nos avisa, tenemos indicadores de que algo va mal. Puede que tengamos indicadores de nuestro peso o ahora, cada vez más, de otros parámetros. Hay relojes capaces de detectar si estás teniendo un problema cardiaco. Mira a ver qué datos te vendría bien recoger.

Hay veces que ni fallando algo vamos al médico, no tenemos tiempo y vamos tirando con la avería, hasta que se complica y entonces es mucho más difícil.

Tómate el tiempo adecuado para el mantenimiento, así ahorrarás tiempo y especialmente molestias en el futuro. Depende de lo que hagas a lo largo de estos años, así estarás en los futuros.

3 comentarios:

  1. Hola! Aquí Jaír, de Efectivida.
    Buenísimo el artículo. Breve pero con un contenido espectacular. Y para los que acabamos de pasar la barrera de los 40, viene como anillo al dedo.
    Muchas gracias por compartir, y saludos desde Gran Canaria!

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  2. Leerte, aunque sea de vez en cuando, me motiva a tener ese tiempo de PARADA necesaria diario!

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