Llega
una nueva propuesta, un nuevo proyecto, una nueva actividad, prometedora e ilusionante
¡¡Cómo voy a decir que no!!
Decir
no a lo que no te gusta, a lo que no te aporta, a lo que no es productivo, puede
resultar más fácil (no siempre lo es). Pero decir NO a algo ilusionante, es más
difícil.
Estamos
rodeados de oportunidades, de opciones. Algunos nos animamos con facilidad y
casi sin darnos cuenta estamos sobrecargados, con demasiados proyectos, sin
avanzar demasiado en ninguno.
Aceptando
“todo” o “mucho” de lo que creemos “tenemos” que hacer, caemos en la trampa de
la sobrecarga. Tratando de sacarlo todo adelante, vamos saltando de una cosa a
otra, para no terminar nada. Sin tener presente que cuenta lo que acabas, no lo que empiezas, no la carga que llevas.
Cuenta lo que consigues llevar a destino.
Como
el burro de la foto que encontré en internet, con demasiada carga para avanzar,
más vale descargarlo un poco ¿Somos como burros demasiado cargados?
Para asumir nuevos compromisos debes dejar otros, puedes dejarlos porque acabas o porque directamente los eliminas, decides que lo nuevo que metes es prioritario frente a lo que sacas. Te descargas para poder llevar la nueva carga, sacas para poder meter. Si no sacas, cada vez tendrás más carga.
Empezar
es más fácil que acabar. Si solo empiezas cosas que no acabas es como no hacer
nada. Cerrar los proyectos, cerrar etapas, dejar salir, sacar compromisos antes
de meter. De esta forma el mete-saca cobra una nueva dimensión, también muy
placentera.
Gestionar
el tiempo es elegir, decidir qué hacer en cada momento. El tiempo pasa y
podemos escoger en que lo ocupamos. Escoger una cosa y decir no al resto. Elegir
tomar un café en buena compañía, dormir la siesta, ver una película, dar un
paseo por el campo, todas son buenas opciones, entre las que hay que escoger, no puedes hacerlo todo. Es una suerte
poder escoger entre muchas actividades que nos gustan, aunque duela dejar
algunas de ellas.
La
vida es como un buffet en donde no te puedes comer todo, morirías de empacho.
Aunque muchas cosas te apetezcan, afortunadamente no todas, dejas muchas de
ellas sin probar. Como en la vida, en los buffets, también a veces comemos
demasiado y después vamos pagándolo el resto del día.
Haz tu
lista de cosas pendientes ¿Da tiempo? ¿En cuantos años? Honestamente ¿Puedes
hacerlas todas? ¿Qué vas a dejar? Si no sacas te desbordas. Si en una mañana de
seis horas pretendes hacer cosas que llevarían doce estás a un paso de la
frustración.
Si estas
sobrecargado, hoy es buen momento para parar y descargar. A partir de aquí, ya
sabes,
“Si vas a meter antes saca”
El
tiempo es limitado, 24 horas al día. Si aceptas ¿qué vas a quitar? ¿horas de
sueño? Cuantas veces lo hemos hecho en exámenes, a veces es inevitable (porque
no hemos sabido organizarnos antes), otras veces puedes elegir.
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