La
motivación es la energía que nos impulsa a la acción. El motivo es la razón por
la que haces lo que haces, por la que quieres hacer lo que haces. Hay una gran
diferencia cuando actuamos por “tengo qué” frente a “quiero” y “escojo”; gran
diferencia entre sentir que hago las cosas porque quiero y no porque me las
imponen.
Motivación = motivo para la acción
Otras
veces tenemos el motivo y no nos atrevemos, sentimos que queremos hacer algo,
encontramos ese deseo que nos impulsa y nos quedamos con las ganas. La cantidad
de cosas que nos habremos perdido por no atrevernos y dicen que con el tiempo
nos acordamos más de lo que no hacemos, de lo que se queda pendiente, que de lo
que hacemos.
Para
eso tenemos a nuestro alrededor unos grandes maestros, que se saben escuchar,
saben lo que quieren y tienen unos miedos más naturales, no tan condicionados por
el que dirán, tienen menos vergüenza. Esos maestros son los niños, a los que a
veces les pasamos nuestros miedos.
Esta
semana Juan, mi hijo más pequeño, quería hacer el dibujo para la entrada de esta
semana, y tenía claro que quería dibujar un caballero. Me preguntó que si lo
dibujaba y lo ha hecho con la mayor de las ilusiones.
El caballero de Juan Fontaneda - un valiente con motivación |
Estoy convencido de que, si en lugar de haber encontrado sus propios motivos yo le hubiese dicho que se pusiese a dibujar, no lo habría hecho con tantas ganas.
Encontrar
nuestros motivos para hacer y encontrar lo que puede motivar a los que nos
acompañan, sus motivos, que pueden ser muy diferentes de los nuestros.
Cuando
hablo de encontrar los motivos no es solo hacer lo que nos apetece, es también
encontrar la energía para hacer lo que nos conviene. Es probable que no me
apetezca fregar los platos después de comer, pero sin duda lo que sí quiero es
tener la cocina limpia, así que a veces, encontrar la motivación para hacer lo
que nos conviene no es tan fácil.
A veces cuesta más encontrar los motivos para hacer lo que nos conviene, porque hay cosas que no apetecen
Espero
que encuentres los motivos adecuados para vivir una buena vida, una vida que
merezca la pena ser vivida.
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