Esta
mañana he estado viendo un partido de vóley de mi hija Sofía, el partido ha
sido ajustado, con buenas y malas rachas, de uno y otro equipo, con errores y
aciertos.
En los
partidos, estando físicamente presente, puede que te vayas del partido. Se
suele decir cuando un par de fallos llevan a la falta de concentración, de
atención a lo que continúa sucediendo. Te sales del partido y los fallos vienen
uno detrás de otro.
Un par
de jugadas malas y empiezan los procesos rumiativos, la cabeza empieza a pensar
en el punto anterior o anticipar lo que vendrá. Puedes pensar en que lo podías
haber hecho de otra forma o anticipar un resultado negativo.
Los mejores
jugadores son los que siguen estando en el partido, a pesar de un posible error
anterior, a pesar de un acierto espectacular del contrario. Mantienen el foco,
la atención en lo que está pasando. Fuerza mental, resiliencia, capacidad de
sobreponerse.
Nadal
juega punto a punto, da lo mejor de sí mismo en cada momento, especialmente en
los puntos importantes. Es capaz de mantener la concentración, especialmente
cuando es más necesario.
El
Cholo Simeone lo llama ir partido a partido. El anterior ya es pasado, el
siguiente ya vendrá, toca jugar el de ahora. Hacer lo mejor que puedas en cada
ocasión (y no más, solo se puede hacer lo que se puede hacer).
Lo mismo
es aplicable a la vida, hay reveses y aciertos, malos y buenos momentos, puedes
elegir vivir día a día. Después de
un mal día puedes quedarte enganchado rumiando, dando vueltas a ese día en la
cabeza, o puedes decidir vivir el día que toca, el nuevo día, igual que después
de un mal partido.
Puedes
elegir vivir momento a momento. Pasar
página cuando conviene, agua pasada no mueve molino. Escoger estar aquí y
ahora, en este momento. El momento anterior ya ha pasado, los siguientes ya
vendrán. Hacer lo mejor de ese día, de ese momento, de ese encuentro, de ese informe,
de ese examen… lo anterior ya pasó, lo siguiente ya vendrá. Disfrutar cada día,
cada momento, jugar cada partido.
Igual
que los partidos, la vida tampoco para. Si te quedas atascado en el punto
anterior ya no estás en el partido, ya no estás en lo que sucede, ya no estás
en el presente. Si te quedas atascado en el día anterior dejas de vivir el día
de hoy, el que toca. Puedes elegir prestar atención al momento presente, no borrarte
de la vida, no salirte de la vida.
Estar aquí
y ahora, con las lecciones del pasado, sin engancharte en ellas y con los
sueños del futuro, sin perderte en ellos. El pasado y el futuro forman parte de
tu presente, en la medida adecuada.
Vivir el momento, vivir el presente, dejar que lo anterior se vaya, especialmente cuando no te sienta bien.
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