Ayer
nos pusimos a ordenar el trastero. Toda una aventura. Los trasteros,
independientemente de su tamaño, tienden a estar llenos, hasta los topes. Con
tantas cosas es difícil encontrar lo que necesitas. El nuestro no era una
excepción.
Lo
primero ha sido sacar todo, extenderlo, para ver lo que hay. Increíble las cosas
que aparecen, eso que solo llevamos 14 años viviendo en esta casa. Muchas cosas
que ni sabíamos que estaban ahí, cosas que hemos vuelto a comprar porque no
sabíamos que teníamos.
Otras
cosas entrañables, llenas de buenos recuerdos, que podemos conservar y ya no
son útiles para lo práctico. Quizá se queden para volver a recordar en alguna
otra ocasión.
Multitud
de cajas vacías, guardadas para guardar otras cosas. La cantidad de aire que
teníamos almacenado, ocupando espacio. Así que no había sitio en las
estanterías.
Ahora
toca seleccionar, decidir que es lo que va a volver al trastero y que no. Lo
primero es decidir que vamos a regalar (le puede ser útil a alguien) y qué
vamos a tirar. Cosas que ya no van a volver al trastero. La única forma de
hacer espacio, no solo recolocar.
En este paso andamos, decidir que hacer con tanto ¿Qué se queda en el trastero? (no está todo en la foto) |
Tenemos
el trastero mental a tope, a rebosar, así que no encontramos lo prioritario.
Para decidir que hacemos, tenemos tantas cosas que hacer, que nos cuesta encontrar
lo adecuado para este momento, aquí y ahora.
Para
ganar claridad puedes ordenar todos los pendientes de tu mente (tu gran lista
de cosas que hacer). Te propongo los siguientes pasos (como ordenar el
trastero):
- Sacarlo
todo:
haz tu lista con todos tus pendientes. Te pueden dar mareos ¿Cómo pretendo
hacerlo todo?
- Seleccionar: decidir
que le vas a hacer con lo que hay. Te propongo algunas opciones:
- Eliminar: Tareas que ya no merecen la pena (aunque parecían interesantes en su momento).
- Regalar: Son
buenas ideas, pero no prioritarias para ti. Puedes regalárselas a otros para que
las hagan, si quieren. Me encanta ver buenas ideas en marcha.
- Delegar: Es
mejor que lo haga otra persona, así tendrás tiempo para hacer lo prioritario
para ti.
- Ordenar: Con
lo que queda del punto anterior, que debe ser lo prioritario/importante para ti
(lo que hay que hacer sí o sí), toca poner orden. Tiene que haber menos cosas,
que quepan con cierta holgura. Si sigues teniendo demasiado vuelve al punto
primero (eliminar, regalar o delegar).
- Disfrutar
de la visión de un trastero mental ordenado. Con menos
cosas se ve más claro. Tienes una visión más clara de lo que te conviene hacer
- Mantener la disciplina para que siga ordenado: Antes de aceptar cualquier nuevo encargo (de los demás o tuyo), tómate un tiempo, al menos 10 segundos, antes de decir que sí. Decir sí es como meter algo en el trastero.
Cuando
dices sí algo entra en tu trastero mental, ocupa espacio en tu cabeza, hasta
que sea momento de ejecutarlo. Si no hay momento, se queda ahí, restando claridad,
dificultando decidir qué hacer.
No
llenes el trastero de cosas que tiraran tus herederos cuando mueras. Comprometerte con menos para hacer más.
Menos cosas pendientes y más cosas hechas.
Ten
cuidado no te quedes con las cosas que regalan otros al vaciar su trastero.
Como tenemos un trastero grande no veas la de cosas que han aparecido de otros
¿Qué hace esto aquí si a mí no me interesa?
No
cuenta lo que quieres hacer, sino lo que haces. A
medio hacer cuenta lo mismo que no hecho (resta más energía). No cuenta lo que
empiezas, cuenta lo que acabas. Menos, en muchas ocasiones, es más.
La recomendación
de la semana:
“Ordena tu trastero mental”
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