Hoy
está en todos los noticieros en España que el gobierno impulsará que el horario
de trabajo en España acabe cómo máximo a las 18 horas, para facilitar la
conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
También
se está barajando cambiar de hora y adoptar la hora que ya tienen Portugal o
Inglaterra y abandonar el huso horario que emplea Francia, Italia o Alemania
(más al este que España). De esta manera anochecería una hora antes y
amanecería una hora antes.
Antes
la hora la marcaba el sol, mi abuelo almorzaba cuando la sombra llegaba a la
Peña del Mediodía y merendaba cuando la sombra de la Peña del Cuerno llegaba al
camino. No tenía problemas de conciliación, vida personal, familiar y laboral
estaban unidas, tierra y ganado marcaban el ritmo y se buscaba el tiempo
adecuado para cada cosa sin mirar demasiado el reloj.
Inventamos
el reloj y todos llevamos uno o varios, pensábamos gobernar nuestro tiempo y
quizá es el reloj el que nos gobierna a nosotros, siempre corriendo para llegar
a tiempo a ninguna parte. Conflicto constante entre tantas ocupaciones en el
mundo de la prisa.
La
diferencia entre las palabras griegas Kairos,
el tiempo adecuado u oportuno para cada cosa, en el que algo importante sucede (cualitativo, calidad de tiempo) y Cronos el tiempo cronológico (de
naturaleza cuantitativa, cuánto tiempo).
El
nuevo horario viene impulsado desde 2003 por la Comisiónpara la Racionalización de Horarios en España, su máximo impulsor,
Ignacio Buqueras y Bach, escribió el libro “Tiempo al tiempo” en 2006 en el que
habla de la historia de España y el tiempo, cuenta cómo Primo de Rivera intentó
regular las comidas y poner una sola comida formal entre 17:30 y 19 o cómo
Franco, en 1942, cambio la hora española para igualarla con Alemania en lugar
de mantenerla con Inglaterra y Portugal.
Así
que no es la primera vez que se habla de racionalizar horarios y ¿Cuál es el
horario racional? ¿Qué horario nos permitiría una mayor calidad de vida?
Somos
de los Europeos que más horas echamos en el trabajo y de los que menos
resultados conseguimos por hora de trabajo, que podemos medir por euros por
hora de trabajo. Alargamos las horas de trabajo enfermos de “presentismo”,
estar presente aunque no tengamos nada que hacer, simulando estar muy ocupados
para darnos importancia. Que es estar presentes de cuerpo físico aunque quizá estemos ausentes de mente y emoción.
He oído
decir a madres, que se quieren ir pronto a casa, que sus compañeros hombres
toman demasiados cafés para poner reuniones a las 17, cuando deberían estar
saliendo para casa. Como vamos a trabajar 12 horas no hay prisa para hacer las
cosas, nos podemos relajar y dedicar 12 horas a lo que podríamos hacer en 8.
Foto tomada de papa ¿Cuánto ganas? |
Está
muy bien que el gobierno se quiera preocupar de nuestros horarios y haría bien
en seguir regulando los horarios de televisión, donde afortunadamente los
programas de la televisión pública intentan acabar antes de las 24 (quizá las
23 estaría mejor). Afortunadamente los partidos de fútbol europeo acaban a las
22.30 (¡¡Qué pena que después muchos queden enganchados en una película!!). Te
acuestas tarde y si madrugas ¿te levantarás descansado?
La
verdad es que no hay trucos, tú eres el responsable de tu horario y de ir
cambiando la cultura de tu entorno laboral, si es que no te gusta. No esperes
que el gobierno o la empresa te solucionen el problema, si es que lo tienes o
quizá tienes que cambiar de empresa.
En
cuanto a las empresas que quieren captar
talento se han dado cuenta de que los más jóvenes vienen demandando un horario
flexible, algunos se tienen que quedar con lo que les ofrecen y cómo siempre,
otros pueden escoger, especialmente los buenos, los que más valor aportan y
solucionan más problemas, que no sólo dan valor al dinero y valoran especialmente
su tiempo.
Te
invito a que esta semana pienses cuál es tu horario ideal, coge una hoja en
blanco y diséñalo. Después puedes hacerte la pregunta de ¿Qué es lo que te
impide tener ese horario?
Cuando
he pedido hacer este ejercicio en mis cursos la mayoría empieza por establecer
su horario de trabajo (lo que tienen que hacer) y muchos después se atascan
porque no saben lo que quieren hacer el resto del tiempo. Empieza por saber qué
es lo que “SI” quieres hacer y reserva tiempo para lo importante.
Tener horarios flexibles es mucho más productivo, te centras más y rindes más. Estás al 100% durante la jornada, y te sientes más realizado, y más valorado. Nosotros siempre que podemos damos esa facilidad y la gente lo agradece. Gracias por tu reflexion.
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