No es
cuestión de tiempo. Muchas veces “¡¡¡No tengo tiempo!!!” es una excusa que nos
ponemos. Todos los días tenemos 24 horas, vivimos en el tiempo, con el tiempo.
El tiempo es vida.
Cuando
“no tenemos tiempo” para algo me pregunto si el problema no es otro. Es increíble
lo que conseguimos hacer en una hora con la idea clara de lo que queremos y la
motivación adecuada.
Cuánto
tiempo se nos escapa entre actividad y actividad, revoloteando antes de dar el
siguiente paso. De dónde vienen las dudas, de dónde la pereza, por qué cuesta tanto
empezar.
Hay veces
que la clave no es la gestión del tiempo, es la gestión de la energía ¿Cómo
estás de energía hoy? Si no tienes energía ¿Dónde la vas a encontrar?
El conejo de Duracell, paradigma de la energía que dura y dura... |
Cada
uno cargamos pilas de una manera. Unos cargan energía subiendo a una montaña,
otros sienten pereza solo de pensarlo. Algunos cargamos las pilas fuera de casa
(menuda faena con el confinamiento), otros acurrucados en el sofá. Estar con
gente te puede dar o quitar energía, depende de con quién pases el rato. Puede
que dormir mucho te recargue o puede que dormir demasiado te deje hecho polvo.
Encuentra
tu manera de enfocar el día con la energía adecuada, encontrar la energía para
cada actividad que empiezas y quieres. Muchas veces la energía estará en la
ilusión, en la motivación (encontrar el motivo para la acción), el propósito.
Puede
que te de energía pasarte horas jugando al ordenador o puede que ese sea tu
sumidero de energía, tu escape porque no te motiva lo que haces. Puede que el
trabajo te deje agotado o puede que salgas con más energía de él. O puede ser
solo parte del trabajo la que te de energía y otra parte la que te la quite.
Soy
profe y cada clase es como un chute de energía, me encanta. El trabajo
burocrático, por otra parte, me chupa la energía. Los exámenes me quitan más
energía como profesor que cuando era alumno.
Lo que
te gusta, lo que disfrutas, normalmente te da energía. Por eso, para unos,
hacer ejercicio les descansa y a otros les agota. En muchas ocasiones encontrar
la energía está en la dosis, en la cantidad de clases, de ejercicio.
Es
curioso como los niños agotados de repente reviven y están corriendo, lo he
visto muchos años en campamentos, llegando de una marcha en la que no podían
dar un paso más y a los cinco minutos estaban con el balón. Mi hija, con 8 años,
me dio la clave, me dijo “los niños tenemos dos bidones de energía, uno para lo
normal y otro para las cosas que nos gustan”. Ese es el bidón de repuesto.
Me doy
cuenta de que hay días en los que, aunque no tengo nada en la agenda, no
encuentro el momento para nada. Realmente, lo que no encuentro es la energía
para ponerme y me puedo distraer con cualquier cosa. Es muy fácil que la mañana
pase sin hacer nada, incluso sin darme cuenta.
Te deseo que encuentres la energía para hacer lo que te apetece o te toca ¿Ya sabes que es lo que te da energía? Me encantará saberlo si pones un comentario. A cada uno lo suyo.
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