Desde
el final del confinamiento los compromisos se multiplican. Es algo típico de
nuestra época, la multitud de opciones, las infinitas posibilidades. Muchos me
han hablado de la tranquilidad de tener menos alternativas, con una elección
más sencilla, mientras hemos pasado más tiempo en casa.
Con
un aumento de nuestros proyectos, de ocio o trabajo, es posible pasarse todo el
día haciendo, saltando de una cosa a otra, sin acabar ninguna, preguntándose al
final del día ¿qué he hecho hoy? No he parado y estoy agotado. Si hago balance
resulta que no siento que avance.
Despistado en demasiados pozos sin avanzar en lo importante - Dibujo de Sofía Fontaneda |
Despistado
entre tantas cosas llevo sin avanzar en lo importante dos semanas, perdido
entre tareas menores, compromisos, socialización, etc. Quizá me hacía falta
dispersarme un poco, perder el foco, para después volver con más energía.
No
es cuestión de sentirse culpable y castigarse, sino darse cuenta y recentrarse,
volver al camino que lleva al objetivo, después de haber explorado una zona.
En
ocasiones, menos, es más, empezando
menos cosas conseguimos acabar más. Y es que no cuenta lo que empiezas, cuentalo que acabas. Inmersos en demasiados proyectos nos perdemos, sin un foco
claro, desperdiciamos el tiempo saltando de un objetivo a otro.
Ya
lo dice el refrán, “el que mucho abarca
poco aprieta”. Como no podemos hacerlo todo, la única salida es elegir que
sí vamos a hacer. Esto debe venir acompañado de lo que dejamos para más
adelante, o lo que directamente no vamos a hacer.
Si
todo es importante resulta que nada es importante. La importancia resulta de
comparar. Supone priorizar, poner primero, poner por delante ¿Qué es lo
prioritario? ¿Si solo pudiese hacer una cosa que haría?
La
multitarea, hacer varias cosas a la vez, es una quimera. Solo podemos
simultanear tareas sencillas, que no requieran mucha concentración o que
tengamos automatizadas. El cerebro funciona de forma secuencial, así que si
simultaneamos tareas lo único que hacemos es trabajar cambiando muy rápido de
una a otra y vuelta a empezar.
De
forma que realmente solo hacemos una cosa en cada momento. Siendo así lo más
sensato parece escoger una sola cosa y concentrarnos en ella.
Te
propongo que al empezar cada día escojas una sola cosa, la que consideres más
importante para el día y te centres en ella hasta darte por satisfecho. Después
puedes pasar a otra.
La
importancia la marcas tú. Lo más importante puede ser, si estás bloqueado en el
trabajo, dedicarte a descansar. La inspiración puede venir en momentos de
descanso. O cargar las pilas permite que mañana empieces con mayor energía.
Hoy
he dado prioridad a escribir esta entrada del blog y puedo sentirme satisfecho
de que está terminada. Puedo dar paso a la siguiente prioridad, disfrutar de la
naturaleza en plenitud, equilibrar esfuerzo y disfrute.
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