Es difícil planificar, siempre surgen imprevistos. Mucha gente se resiste a hacer planes, porque siente que nunca los cumple y acaba frustrada. Cuando planificamos tampoco tenemos el mismo nivel de energía que cuando nos toca actuar, sobre todo si planificas ir al gimnasio a última hora de la tarde.
Por mi
parte quiero establecer el hábito de escribir una entrada del blog todos los
domingos. Pero los domingos no siempre son iguales, surgen muchas cosas,
algunas con mayor prioridad que escribir.
Lo mismo
pasa si planificas ir al gimnasio todos los martes y jueves a las 20 horas.
Seguro que más de un día surgen planes alternativos, unas cervezas con amigos,
una cena, una tarde de cine. Incluso puede pasar que todos los martes y jueves
surja algo (¿Por qué será? ¿Realmente quieres ir al gimnasio?). Vuelves a ser
el mejor cliente del gimnasio, que paga la cuota mensual y no va nunca.
Ayer
domingo no encontré el espacio para poder escribir una entrada, así que estoy
aplicando lo que llamaré “si no es ahora,
entonces ¿cuándo?”. Si no encuentro
el momento para escribir una entrada el domingo, entonces la escribiré el lunes. De esta manera conseguiré el
objetivo de escribir una entrada semanal (52 al cabo del año).
Lo mismo
es aplicable para el gimnasio, si el jueves no he conseguido ir al gimnasio,
iré el viernes, de esta forma conseguiré ir al gimnasio.
Recuerda
que, si no reservas tiempo para lo importante, es muy probable que se quede sin
hacer.
Si aún
así, sigues sin ir al gimnasio, desapúntate, probablemente no tienes un buen
motivo para ir, al menos uno que a ti te motive lo suficiente. No cumplir con
los objetivos que te planteas, con la planificación que haces, mina tu autoconfianza
y disminuye la utilidad de la planificación.
A
veces surgen imprevistos que impiden cumplir con la planificación. Puedes
seguir cumpliendo los objetivos si automatizas como recuperarte del imprevisto.
En mi caso escribir una entrada del blog el lunes, si el domingo no lo he hecho.
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