domingo, 12 de enero de 2025

Madrugar o no madrugar

En español tenemos dichos para todo, también para lo que tiene que ver con el dormir. Por un lado, encontramos “Al que madruga Dios le ayuda” y su aparente contrario “No por mucho madrugar amanece más temprano”. El primero nos anima a madrugar, el segundo a descansar lo suficiente y a no tener prisa por la mañana.

¿A cuál de ellos hacer caso? ¿Qué es lo que conviene? ¿Dormir hasta tarde o madrugar? Muchos libros aconsejan madrugar y levantarse mucho antes de que salga el sol. Puede que a ti te funcione, cada uno tenemos nuestros ritmos.

Hay días que cuesta levantarse, salir de la cama, abandonar el cálido refugio de las sábanas, especialmente si sacas el brazo fuera y notas el frío del invierno, si todavía fuera es de noche ¿Cómo ponerse en pie con lo bien que se está en la cama?

Para madrugar con energía hay un truco. Me baso en otra de mis tretas, de sentido común, para llegar puntual o llegar pronto. La estrategia para llegar pronto es salir pronto. Los desplazamientos llevan lo que llevan, y si vamos más rápido de lo que debemos corremos el riesgo de accidente o multa.

Así que el truco para madrugar con energía es fácil, de sentido común (el menos común de los sentidos):

“Para levantarse pronto y con energía, acostarse pronto”

Si nos acostamos tarde y nos levantamos pronto dormiremos pocas horas, es posible que no las suficientes, con lo cual al día siguiente estaremos cansados y despistados. Más si llevamos varios días no durmiendo lo suficiente. Si te tienes que levantar pronto, acuéstate pronto.

No dormir lo que necesitamos afecta a nuestra concentración y memoria, hace que nos sintamos fatigados y somnolientos, que nos enfademos con más facilidad, con lo que empeora nuestras relaciones. Si no descansas no tendrás energía para el día.

Puede pasar que madrugues para aprovechar el día y que acabes madrugando para desaprovechar las horas, sobre todo si no tienes un foco claro de que es lo que vas a hacer. Cansado te entretienes con cualquier tontería, entretenimientos sobran.

Puede que aproveches mejor la noche que la madrugada, puede que te compense levantarte tarde si prefieres acostarte tarde. Pronto y tarde son conceptos subjetivos, cada uno tiene su opinión al respecto, cada uno tiene que encontrar su propio ritmo.

Y en el dormir ¿Cuánto es suficiente? Porque ese también es un concepto subjetivo, de cada uno. Hay mucha variabilidad, lo recomendado para un adulto es de entre 7 y 9 horas diarias, pero puede que necesites menos o más. Lo cantidad que te sienta bien también varía con la edad, así que presta atención a tu nivel de cansancio, a tu capacidad de concentración o a si te duermes en cualquier sitio.

Mi consejo, duerme lo suficiente (para ti), levántate con las pilas cargadas, con foco, con claridad en lo que quieres hacer con tu día. Madruga si te sienta bien, a mi me encanta ver como sale el sol y los sonidos de la naturaleza cuando se despierta. Además, empezar con calma, leer o escribir un rato antes de que la casa se despierte, me predispone a tener un buen día.

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