Ayer
fue un gran día, tres amigas volvieron a nacer, venían de Madrid a Burgos y se
cruzaron cuatro jabalíes por la autovía, no lograron esquivar a todos y os
podéis imaginar el resultado. Afortunadamente parece que las tres están bien,
para mí eso es volver a nacer. Me alegro de que sigan estando ahí, espero que
por muchos años y que yo pueda verlo.
Yo volví
a nacer el 14 de marzo de 2007, me salí de la autovía camino de Valladolid a
Burgos, del coche me sacaron los bomberos (menudo trabajo el suyo, digno de reconocimiento)
y supongo que me salve porque, como digo a mis hijas, tengo la cabeza dura.
Así quedo el coche el 14 de marzo de 2007 |
Es increíble
la cantidad de cosas que se te pasan por la cabeza en poco tiempo, de lo que
has vivido y de lo que crees que te queda por vivir. Los momentos son intensos
y quedan grabados para siempre. Sientes qué es lo importante, lo vives. Por eso
renaces renovado, aunque esa renovación se te olvida, vuelves a vivir en
automático, si no te paras a pensar de vez en cuando.
Vivimos
como si fuésemos inmortales, como si nos quedase muchísimo tiempo, muchos años.
Vamos dejando cosas para el futuro, en el futuro ilusorio siempre vamos a tener
más tiempo, podremos hacer lo que no podemos ahora ¿Tienes conversaciones
importantes pendientes? ¿Qué es importante y dejas para más adelante?
¿Qué
quieres hacer antes de morir? La artista Candy Chang inició un movimiento en
Nueva Orleans: “Antes de morir quiero…” que ella misma explica en una TED Talk.
Es importante el tiempo y son importantes las personas, cómo nos relacionamos
con ellas. A veces la muerte nos pilla por sorpresa.
Todos
nos sentimos jóvenes, incluso los ya jubilados. Oí a mi abuelo decir, “se ha
muerto un chico del pueblo de al lado” y al preguntarle cuantos años tenía el
chico dijo que 87, ¡¡un chaval!! Claro, mi abuelo ya era más mayor. Otra gran
frase suya: “No quiero irme de aquí sin saber en que para todo esto”. Era un
cachondo, en la lápida quería que pusiésemos “perdone que no me levante”
Hoy ha
sido un buen día para ver la entrevista de Risto Mejide a María Belón,
superviviente del tsunami de 2004. Una de estas tres afortunadas amigas me la
envió por correo hace unos días y la tenía pendiente para más adelante. Hoy la
he disfrutado.
¿Por
qué nos preocupamos? ¿Qué es lo importante? ¿Cómo quieres vivir? No hay que tener
una experiencia intensa para renacer, transformarse, cambiar si es que queremos
cambiar. Vivamos hoy, vivamos cada día, porque no sabemos cuánto tiempo tenemos.
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