lunes, 31 de enero de 2022

Si no es ahora, entonces ¿Cuándo?

Es difícil planificar, siempre surgen imprevistos. Mucha gente se resiste a hacer planes, porque siente que nunca los cumple y acaba frustrada. Cuando planificamos tampoco tenemos el mismo nivel de energía que cuando nos toca actuar, sobre todo si planificas ir al gimnasio a última hora de la tarde.

Por mi parte quiero establecer el hábito de escribir una entrada del blog todos los domingos. Pero los domingos no siempre son iguales, surgen muchas cosas, algunas con mayor prioridad que escribir.

Lo mismo pasa si planificas ir al gimnasio todos los martes y jueves a las 20 horas. Seguro que más de un día surgen planes alternativos, unas cervezas con amigos, una cena, una tarde de cine. Incluso puede pasar que todos los martes y jueves surja algo (¿Por qué será? ¿Realmente quieres ir al gimnasio?). Vuelves a ser el mejor cliente del gimnasio, que paga la cuota mensual y no va nunca.

Ayer domingo no encontré el espacio para poder escribir una entrada, así que estoy aplicando lo que llamaré “si no es ahora, entonces ¿cuándo?”. Si no encuentro el momento para escribir una entrada el domingo, entonces la escribiré el lunes. De esta manera conseguiré el objetivo de escribir una entrada semanal (52 al cabo del año).

Lo mismo es aplicable para el gimnasio, si el jueves no he conseguido ir al gimnasio, iré el viernes, de esta forma conseguiré ir al gimnasio.

Si tienes algo que consideres importante, si no lo puedes hacer cuando lo tenías previsto, automáticamente debes establecer cuando lo harás.

Recuerda que, si no reservas tiempo para lo importante, es muy probable que se quede sin hacer.

Si aún así, sigues sin ir al gimnasio, desapúntate, probablemente no tienes un buen motivo para ir, al menos uno que a ti te motive lo suficiente. No cumplir con los objetivos que te planteas, con la planificación que haces, mina tu autoconfianza y disminuye la utilidad de la planificación.

A veces surgen imprevistos que impiden cumplir con la planificación. Puedes seguir cumpliendo los objetivos si automatizas como recuperarte del imprevisto. En mi caso escribir una entrada del blog el lunes, si el domingo no lo he hecho.

domingo, 23 de enero de 2022

El precio de la pereza. Cosas con inflación de esfuerzo

Hay cosas que siempre nos dan pereza, aunque las hagamos todos los días, siempre nos cuestan. Encontramos una barrera invisible que nos impide ponernos, lo vamos posponiendo, procrastinando, dejando para más tarde. Será que nos imaginamos que la tarea desaparecerá por arte de magia.

Algunas de esas cosas cuestan más cuando las hemos dejado para más adelante. Pensando en esto, recuerdo cómo lo aprendí, en un piso de estudiante, cuando al acabar de cenar daba una pereza increíble ponerte a fregar, la charla y el sofá te llamaban con fuerza.

En el mejor de los casos, los cacharros se quedaban acumulados en el fregadero, si es que no se quedaban esparcidos por la mesa. Parece que cuando eres joven eres más tolerante al desorden, solo hay que ver algunas habitaciones.

Los cacharros, que costaba fregar por la noche, seguían ahí por la mañana. Es curioso, la magia no funcionaba, no aparecían fregados y ordenados.

Además, para mi desgracia, costaba más despegar la suciedad. Extraños procesos hacen que la suciedad esté más pegada con el tiempo. No teníamos ni la prudencia de dejar los cacharros a remojo (otra cosa que se aprende con la experiencia).

Cuando no friegas por la noche, lo que te encuentras por la mañana
Ayer mi hija se decidió por la pastelería. Como los genes se heredan la cocina quedo poco ordenada y sin fregar. La foto es de esta mañana, que al menos me ha inspirado para escribir. Me he visto tentado a recoger, pero eso sería privarla de aprendizaje:

“Hay algunas tareas que es mejor abordar pronto”

Hay tareas que, si no se abordan, se atascan, se amontonan y crecen. Hay labores que sufren de inflación, como los precios: si no las abordas pronto, con el tiempo, van costando más.

Mi hija tiene otra opinión. Ha fregado mientras yo escribía, afirma que la cuesta menos por la mañana. Al envejecer nos cambia la visión ¿Será la experiencia?

También, con el tiempo, el hábito de posponer, puede tener efectos más perjudiciales, ser caldo de cultivo para los gérmenes (en el caso del fregoteo) y dificultar otras tareas. Es más difícil organizar la compra en una cocina sucia, o preparar el desayuno.

Las tareas pendientes, que nos da pereza abordar, se acumulan, ocupan espacio en nuestra cabeza, además de espacio físico. Lo pospuesto se dificulta con el tiempo y además dificulta otras cosas que queramos hacer.

Si como a mí, te costaba fregar, este es un buen recordatorio para abordar pronto las tareas, si es que no puedes evitar hacerlas. Normalmente no desaparecen por arte de magia. También puedes decidir no hacerlas y aceptar sus consecuencias.

Ante estas tareas que nos dan pereza, dos ideas:

  • Son más fáciles si las abordas cuando tocan, superando la barrera de la pereza.
  • Si no eres capaz, al menos, póntelo fácil para cuando las empieces o las retomes (como poner en remojo los cacharros).

Ánimo para vencer la barrera de la pereza, lo más difícil es empezar, dar el primer paso y coger el estropajo (o lo que sea necesario).

domingo, 16 de enero de 2022

Parar para mirar. Mirar para ver

Cada cierto tiempo merece la pena parar y mirar. En ocasiones, vamos a toda velocidad a ningún lugar (o donde no queremos ir) y si no paramos, ni nos damos cuenta. Podemos pasarnos la vida en la rueda del hamster, haciéndola girar, entretenidos, esforzándonos, continuando con lo mismo.

Parar y mirar, mirar para ver

Es un reto desafiar el ritmo acelarado de nuestro tiempo, reducir el veloz ritmo de cada día. Pero si vamos demasiado deprisa no podremos ver bien el camino. Al parar sentimos la voz interior que nos dice "¿Qué haces ahí parado? ¡Vamos! Es difícil resistirse y no echar a correr de nuevo.

Hay gente que lo hace de manera natural, otros tenemos que parar conscientemente, en caso contrario, ni nos damos cuenta de lo rápido que vamos cada día.


Mi cambio de ritmo se da en Canarias, donde todo va a otra velocidad. Al salir de mi lugar habitual también dejo atrás los hábitos y tareas diarias, desconecto de lo cotidiano, cada día es un día nuevo. Es más fácil poner conciencia, vivir el momento, quitando el automático.

El placer de no hacer nada "Dolce far niente", la felicidad de no hacer nada. El no hacer que deja espacio para lo nuevo, la creatividad. No hacer nada nos puede dar mucho. Por eso el momento eureka surge al parar, por ejemplo en la ducha. Después de haber dado muchas vueltas a algo, lo ves claro cuando dejas de pensar en ello.

Cuando te has hinchado a hacer es momento de parar, dejar espacio, ver con ojos nuevos, mirar para otro lado, hacerte nuevas preguntas.

Muchas empresas se retiran a otro lado a hacer su plan estratégico, salen de sus oficinas habituales y van a una nueva ubicación, para no dejarse arrastrar por el día a día y mirar más lejos. Ver que esta pasando a su alrededor y cómo enfocar su futuro ¿Por qué no hacerlo con la empresa más importante que eres tú?

Para mi hay tres preguntas fundamentales sobre lo que estoy haciendo ¿Me gusta? ¿Se me da bien? ¿Contribuye a mi entorno?

Preguntas que me ayudan a ver lo que quiero hacer. Después es cuestión de ponerse en camino, sin prisa, con las pausas que hagan falta.

Recuperar el agricultor paciente que llevamos dentro. No se puede tirar del tallo de la planta para que crezca más deprisa, lo arrancaríamos.

Cuidar lo que sembramos, con paciencia y perseverancia, dejando que el entorno, la naturaleza, haga lo suyo, haciendo lo que nos toca y observando que cuidados son necesarios. Los frutos llegarán.

domingo, 9 de enero de 2022

Para avanzar todo es empezar

Cuantas veces tenemos algo en mente, le damos vueltas, nos acordamos una y otra vez, pasan los días, las semanas y a veces hasta años, sin que avancemos un ápice. Está en nuestra lista de pendientes, en todas las listas de pendientes que hacemos y se queda ahí para siempre.

Puede que paralizados de tanto análisis, porque nos parece abrumador, porque no lo tenemos claro. Podemos encontrar mil razones y el pendiente sigue dando vueltas en la cabeza, ocupando nuestro espacio mental y nuestra energía.

No hay misterios, como reza este cartel que encontré por casualidad, para avanzar todo es empezar ¿Qué es lo que tienes en pendiente que debe empezar a avanzar? ¿Cuál es el primer paso para que avance?

Un camino de mil millas empieza con el primer paso. Conseguir hacer un maratón puede comenzar con salir a correr 5 minutos el primer día. No tiene porque ser algo grande, puede ser un pequeño paso, un gesto que te ayudará a seguir. Vencer la barrera de la pereza y empezar, el primer paso para llegar a la meta.

Esta entrada al blog es intencionadamente corta. El primer paso de 2022 al que seguirán otros muchos.