sábado, 4 de abril de 2020

La muerte unida con la vida


Corren tiempos difíciles; la vulnerabilidad, la enfermedad y la muerte se sienten cerca, no solo en las frías cifras que hoy nos dicen que ya ha habido, por lo menos, 11.744 muertos por Coronavirus en España.

Cada una de esas muertes tiene una historia, toda una vida y un entorno de seres queridos que la han acompañado. Hoy escribo acordándome de mi tío Jose Mari, con el que tanto he compartido y del que tanto he aprendido.

Ha muerto en el amanecer del 2 de abril, en un momento donde el duelo es especialmente duro, por la distancia que nos separa, a pesar de las redes sociales.

Siempre recordaré su sonrisa, los chicles que nos daba en nuestra infancia, su pasión por los bolos (el me enseñó a jugar), el fútbol (su Real Madrid), la buena mesa, la buena conversación y el buen humor (pasión por la vida). Vivía en el mismo edificio, tres pisos más abajo ¡Cuántas horas he pasado en su casa jugando con sus hijos Jorge y Josemari!

Con el equipo campeón de bolos 2014 - Quintanilla Vivar
Foto tomada de idj.burgos.es (Instituto Provincial para el Deporte y la Juventud)

¿Qué dirán cuando muramos? ¿Qué nos gustaría que dijesen? Familiares, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, aquellos con los que hemos estado compartido vida. Me gustaría oír lo que oigo de Jose Mari, una buena persona, con buen humor, siempre son la sonrisa. Con él daba gusto compartir tiempo. Era una suerte, si en una boda o evento, compartías mesa con él y con MariCruz, su mujer, el buen rato estaba garantizado. Y somos muchos los que lo sentimos así.

Con 87 años tenía más energía que otros de 20 y muchas ganas de seguir viviendo, todavía pensaba en el próximo cordero asado que iba a comer. La muerte se une a la vida, en la muerte apreciamos mejor la vida y su valor. De lo que estoy convencido es de que Jose Mari vivió, no solo dejo pasar la vida, tendría apuntados muchos momentos realmente vividos si los llevásemos por cuenta (como en el cuento de Jorge Bucay "El buscador").

Las palabras se quedan cortas para despedir a alguien querido. Alguien que sigue viviendo en nosotros, nunca lo olvidaremos.

3 comentarios:

  1. Hola Nacho, muchas gracias por acordarte de nuestro padre en estos momentos tan complicados. Un abrazo muy fuerte para ti y tu familia de parte de mi madre, Reyes, Chema y Jorge.

    Aunque hemos tenido que pasar este trance un poco solos, nos hemos sentido muy arropados por toda la familia y amigos. Gracias a todos de corazón.

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    1. Un abrazo para vosotros. Tu padre era un tío grande... Y lo que hemos jugado tu y yo a los bolos gracias a él :-)

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  2. Lo siento mucho Nacho, un abrazo a toda la familia. Debió ser un hombre estupendo, es obvio leyéndote

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