La rutina, la repetición, llega sin darnos cuenta. Los días pasan más rápido cuando son todos iguales. Es distinto vivir 30 días, que 30 veces el mismo día. Puedes llegar a vivir sin darte cuenta de lo que pasa, porque pasa lo de siempre.
Repetir
tiene sus ventajas, es más fácil, no hace falta pensar, el cuerpo va solo. La
ventaja de los hábitos, que cuando son buenos, nos facilitan hacer lo que nos
conviene.
De vez
en cuando es bueno parar, salir de la rutina para poder ver esa rutina desde fuera.
Experimentar nuevas formas, compartir con otros y ver cómo viven otros.
En
enero me encanta venir a Lanzarote, los días son más largos que en la península,
amanece antes y anochece más tarde. También hace mejor tiempo y puedes sentarte
en una terraza, incluso en manga corta. Se mezcla gente bañándose junto con
otros con ropa de más abrigo. Un entorno
agradable te da energía.
Puesta de sol en Playa Blanca - Lanzarote |
Estos
días han sido especiales, he podido compartir tiempo con profesionales del
Hospital de Lanzarote en un curso de gestión del tiempo. Sigo pensando que el
que más aprende es el que se supone que enseña, cuando tiene la oportunidad de
escuchar y cuestionar sus propias creencias.
En el
curso estaba desde quien planifica la semana en piedra y no quiere cambiar una
vez la ha planificado. Seguro que proteger su tiempo la ayuda a avanzar y a
hacer gran parte de lo que quiere. También quien se resiste a planificar, teniendo
lo importante presente y prefiere ir fluyendo por el día, abriéndose a lo que
venga.
¿Cuál
es la respuesta correcta? La vida no es un examen donde tengamos respuestas
correctas e incorrectas, cada uno debe encontrar su camino o hacer camino al
caminar. Todo cabe, las posibilidades
son infinitas.
Salir
de la rutina, de lo habitual, ayuda a expandir las posibilidades, a ver
opciones. Después toca decidir. Si no te gusta decidir, igual te sientes mejor
en la repetición. Sin decides no probar, no explorar, también estás decidiendo,
aunque en este caso, de forma inconsciente. En cualquier caso, “tú decides”.
Convertir
en rutina el salir de la rutina, menudo lío de palabras. Creo que voy a
convertir en rutina lo de venir a Lanzarote en enero, así ya no sabré si es
salir de la rutina o volver a ella.
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