Ayer estuve viendo en el cine la película “living”, donde un funcionario cambia su perspectiva de la vida al darse cuenta de la proximidad de la muerte.
Su
vida es rutinaria, como su trabajo burocrático, sin ninguna dirección,
repitiendo cada día lo mismo. Cuando el médico le comunica que le quedan entre
6 y 9 meses de vida, toma conciencia de que se le ha olvidado como vivir. En la
película, un hombre ordinario descubre la extraordinaria clave para vivir.
La película
nos introduce en una de las preguntas fundamentales ¿Para qué estamos en este
mundo? Nos invita a preguntarnos ¿A qué fin destinas tus esfuerzos diarios? ¿Cuál
es tu propósito?
Muchos
padres recomiendan a sus hijos sacar una plaza de funcionario, y así estará
colocado para toda la vida, quizá colocado de la misma forma. Toda la vida en
el mismo sitio, haciendo lo mismo, de forma rutinaria, en automático. A no ser
que encuentres el propósito en lo que haces.
Puedes vivir en automático,
dejándote
llevar por la rutina y la repetición,
o
elegir como quieres vivir.
La
película me recuerda el libro “32
maneras de saber que estás muerto” que nos habla de los muertos en vida,
viviendo en la rueda del hámster, corriendo sin ir a ningún lugar.
Tan
acomodados en la zona de confort que ni se imaginan la posibilidad de algún
cambio. Cambian la ilusión por la comodidad y la seguridad, sin arriesgar lo
más mínimo. Atrapados por las rutinas.
Hoy
puede ser el día para soñar, imaginar sin límites como te gustaría vivir,
dibujarlo en una cartulina. Esa puede ser tu visión, antes de que estés
muerto/a. Después ya definirás los pasos para transformar esa visión en
realidad.
Vivir muriendo es también una opción… por eso, elegir tu forma de vivir diría yo que es la cuestión fundamental… por encima de nuestro para qué.. encontrar un equipo consciente entre los sueños y la realidad.
ResponderEliminarGracias Nacho