¿Cuánto
tiempo pasas con la pantalla del móvil? Es fácil de saber, entra en ajustes,
allí pulsa en salud digital y controles parentales ¡Tachán! Ahí tienes los
datos de lo que has estado hoy con el móvil y allí puedes encontrar estadísticas
semanales.
Entre
unas historias y otras parece que dedico unas tres horas al móvil diariamente (hoy
ya he dedicado las tres horas) ¡Uuufff! Me parecen un montón, aunque tengo que
reconocer que otras veces que he mirado el tiempo ha sido mayor.
Un
gran ladrón de tiempo. Roba minutos, horas y días. El tiempo pasa volando
mirando una pantalla. Quizá ahora mismo estás leyendo en la pantalla del móvil,
espero que no sea una pérdida de tiempo.
El
teléfono móvil es una herramienta estupenda, bien usada sirve para múltiples
cosas. Parece increíble que los teléfonos móviles inteligentes se popularizasen
a partir de 2007. Los móviles se empezaron a ver de manera más natural a partir
de 1998. 25 años después parece imposible vivir sin móvil.
Hoy me
planteaba como reto dejar el móvil aparcado, para empezar, vivir sin móvil una
semana. Solo de pensarlo noto como se me encoge el pecho. Creo que es la
anticipación al abandonar una adicción, dependencia a estar conectado, el mono
de separarme de lo habitual, tan automático que según me levanto miro la
pantalla.
Enseguida
empiezo a razonar para evitar asumir el reto. Mañana me iba a venir bien para
la clase de inglés, tengo una cita a las 17 y si me llaman para cambiarla. El
martes tengo una cita a las 12.30 pendiente de confirmar sitio, confiando en el
móvil, aunque bien pensado podría confirmarlo por correo electrónico.
Si
asumo el reto, también dejaría el rato que me engancho a jugar, a leer noticias
que ni me van ni me vienen, a ver que hay por Facebook o LinkedIn, enganchado
en el WhatsApp, etc.
El
móvil acerca a los de lejos y aleja a los de cerca. Ante el más mínimo atisbo
de aburrimiento recurrimos a la pantalla, donde parece abrirse el mundo. Casi
en automático entramos en la aplicación que nos absorbe ¡Cuántas horas se puede
pasar en TikTok!
Las
equivalencias de tiempo se parecen a las de internet (una imagen que encontré en la red). Un segundín se convierte
en media hora, un momento es una hora. Una vez que abrimos la pantalla
resulta difícil separarse.
El
móvil ocupa cualquier tiempo de espera. Lo que iban a ser cinco minutos se
pueden convertir en dos horas. Muchos atropellos se producen porque el peatón
va mirando a la pantalla del móvil, algunos incluso porque el conductor es el
que mira la pantalla.
La vida
se pasa viendo la pantalla en lugar de viviendo. Más preocupados de grabar el
momento que de experimentarlo. Parece más importante hacer la foto para
colgarla en la red que estar presente.
Voy a
por el reto, una semana sin móvil. Pero no va a ser esta, no me siento capaz
todavía. De momento voy a ver si reduzco la dosis, solo llevarlo para contestar
llamadas, también me voy a permitir 15 minutos de WhatsApp al día.
Me siento extraño escribiendo esto, sería más fácil dejarlo aparcado, evitando la tentación de llevarlo encima, trataré de hacerlo también a ratos. Amigos y amigas, estos días voy a ser más difícil de localizar, afortunadamente no soy bombero y el mundo seguirá girando, aunque yo no lleve el móvil. La semana que viene os cuento como me ha ido.
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