Somos
seres sociales, la calidad de nuestras
relaciones está íntimamente relacionada con nuestra satisfacción, con lo
que disfrutamos de la vida y con los resultados que conseguimos. Si una relación
es buena, de confianza, la comunicación es fácil, nos predisponemos para
ayudar, son más difíciles los malentendidos y comprendemos los errores. Cuando
la relación es mala, no confiamos, dedicamos tiempo a contrastar lo que el otro
dice, es fácil malinterpretar y agrandamos los errores, no cooperamos y es
difícil obtener resultados.
¿Qué
tipo de relaciones tienes? Especialmente con las personas importantes en tu
vida personal (pareja, hijos, padres, hermanos, amigos) o profesional (jefe,
pares, colaboradores, clientes, proveedores). Te invito a que hagas tu mapa de
relaciones importantes, la importancia la marcas tú y te plantees que aportas a
cada relación y que te aporta la relación ¿Las relaciones están equilibradas?
¿Te sientes a gusto con lo que aportas? ¿Te gustaría tener mejores relaciones?
Stephen
Covey, en su libro los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, habla de la Cuenta Corriente Emocional, con cada
relación abrimos una cuenta corriente emocional, en la que hacemos depósitos y
retiradas de efectivo, la calidad de la relación se mide por su saldo. En cada
una de tus relaciones tienes una cuenta abierta, aunque no seas consciente de
ella. También tienes una cuenta corriente emocional contigo mismo, según tu
diálogo interior y lo que veremos a continuación también aplica a esta auto-relación.
Cuentas corrientes caseras de Manuel |
Depósitos
en la cuenta hacen crecer la relación, generan confianza, los reintegros son
conductas que no gustan, generan desconfianza, minan la relación. Supone
deposito el ser cortes, respetuoso, escuchar, felicitar, cumplir promesas,
disculparse entre otras cosas; suponen reintegros ser desleal, hablar mal,
faltar al respeto, regañar, ocultar cosas, romper promesas.
El
saldo establece el nivel de confianza de la relación, la historia de los
depósitos y reintegros. Si tenemos un saldo alto, aunque tengamos algún
reintegro, la relación perdura, aunque no debemos abusar. Cargarse una relación
es muy fácil, basta con perseverar en las conductas que suponen retirada de
efectivo. La relación se destruye muy rápido.
Además
los depósitos y los reintegros no valen lo mismo, curiosamente por cada
reintegro parecen necesarios cinco depósitos para equilibrar la cuenta. John Gottman
ha dedicado toda una vida a estudiar el impacto de las interacciones que
construyen o erosionan la cuenta emocional (la confianza) en las relaciones de
pareja y es capaz de pronosticar el futuro de una relación en función de esas
interacciones.
Experimentalmente
fue capaz de predecir en un 94% de los
casos que iba a pasar con la relación en los próximos tres años examinando una
conversación sobre la que no estaban de acuerdo y entrevistándolos sobre su
pasado. La pareja se mantenía si las interacciones positivas están por encima
de 5 a 1 y solían terminar en divorcio si la tasa está alrededor de 1 a 1 (se
torna peligro con relaciones por debajo de 3 a 1).
En
estudios más recientes parece que las predicciones de Gottman también aplican
al entorno laboral, dónde si queremos tener buenas relaciones las interacciones
deben cumplir con la regla 5 positivas por cada 1 negativa o al menos 3 a 1, si
no queremos que la relación se deteriore inevitablemente.
El que
decide si lo que haces es un depósito o un reintegro es el otro, que en función
del saldo de tu cuenta interpretará tus acciones de una u otra forma, un
comentario jocoso, una referencia a su camisa, una broma, será interpretada muy
negativamente si nuestro saldo es bajo y puede pasar desapercibida e incluso
ser un depósito si el saldo es mayor.
Si no
te callas ninguna crítica y te cuesta cualquier felicitación o halago tus
relaciones se resentirán. La sobriedad emocional, la incapacidad para expresar
aspectos positivos, quizá por la creencia de que eso nos debilita o nos pone
por debajo, por pautas aprendidas en nuestro entorno personal o de trabajo, nos
hace perder oportunidades de incrementar nuestras cuentas emocionales. Puede
que seamos parcos con las felicitaciones por un trabajo bien hecho, por un logro
grande o pequeño, en nuestro agradecimiento por la ayuda recibida. Quizá
pensamos que el de al lado tiene la obligación de ayudarnos, de hacer bien su
trabajo, de sonreír y no sabemos apreciar, poner en valor, lo que nos regalan.
Para
Gottman los cuatro jinetes del apocalipsis, que destrozan las relaciones, son criticar,
estar a la defensiva, cerrarse en uno mismo y tratar con desdén y desprecio.
Hay tienes la mejor receta si quieres perder una relación.
La
receta para fortalecer y mejorar una relación es fácil, hacer depósitos en la
cuenta corriente emocional que la representa. Aunque la receta sea fácil quizá
la aplicación no sea tan sencilla y la clave para que funcione es la
perseverancia.
Tarea
para la semana: ¿Qué relación quieres fortalecer? Escoge una y empieza a hacer
depósitos, con la práctica resultará más fácil.
Muy bueno Ignacio, muy bueno...
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