domingo, 5 de junio de 2022

Cansado también se puede

Ayer celebramos el medio siglo de un amigo, los 25 años cumpliendo 25. Fue el reencuentro de algunos de los que ya celebrábamos 25 años. Fiesta por todo lo alto, mucha alegría y alguna que otra copa, como si aún tuviésemos 25. Dicen que, a partir de cierta edad, las resacas ya no son resacas, son convalecencias, que llevan algo más de un día.

La gestión del tiempo, la gestión de actividades, decidir a qué dedicamos nuestros momentos, no es fácil. Por una parte, el cansancio pide descanso, no se puede ignorar, corremos el riesgo de reventar, de agravar ese cansancio. Por eso hoy a tocado siesta. A pesar de la siesta sigo cansado.

Por otra parte, también es cierto, que con cansancio se puede avanzar, se pueden hacer cosas, si encuentras los motivos, la motivación. Por mi parte me he retado a escribir una entrada del blog todas las semanas este año, y aún cansado, hoy escribo esta entrada. La siesta ha sido un intento de equilibrar el descanso con el hacer.

El cansancio suele ser una gran excusa para no hacer nada, para dejar de esforzarse. “Hoy estoy cansado” es una frase que justifica no hacer nada, y está bien, si es que está bien. Cansado de un proyecto abandonas y pasan días hasta que vuelves sobre él. Puede ser bueno o puedes llegar a olvidarlo, que también puede estar bien, eso es lo difícil de la gestión del tiempo.

Aunque con cansancio también se puede. Muchas veces lo que más descansado te deja no es el sofá, puede ser salir con la bici, aunque no apetezca, aunque de pereza. Vencer ese cansancio y hacer ejercicio, salir a dar un paseo al monte, te puede dejar mucho mejor.

El perrillo sigue a pesar del cansancio - si no sigue no llega a casa
Algunas carreras se pueden acabar estando cansando, los últimos metros son los que nos llevan a la meta, si abandonas por cansancio cuando ya estás llegando, el objetivo no se consigue. A veces un esfuerzo más merece la pena.

Recuerdo una entrevista que hacían a un montañero de mas de 80 años. Le preguntaron que si a su edad no le dolía nada cuando iba a la montaña y contestó “¡Ay hija! Me duele todo, pero no me quejo porque si me quejo no me dejan ir. Si es motivo es suficiente, con cansancio se puede.

Deja de ponerte excusas y vete a por lo que quieres. El cansancio, a veces, es solo una excusa. Otras veces es la señal de que tienes que parar. Tu decides que haces con tu cansancio, si es que llega.

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