La
vida está llena de reveses, de imprevistos, de cosas que no salen como estaba
planificado
La
semana pasada estuvimos haciendo parte del camino de Santiago en bicicleta, desde
Castrojeriz a Astorga. En una de las etapas pinchamos, algo que, aunque
imprevisto, sucede de vez en cuando.
Llevábamos
cámara de repuesto, pero la válvula estaba rota, no funcionaba. También
llevábamos parches, pero el pinchazo estaba cerca de la válvula y era difícil
su reparación. A pesar de estar preparados parecía que todo se torcía: Pinchazo
difícil + cámara de repuesto disfuncional.
Arreglando el pinchazo - provisionalmente (con los compañeros de ruta) |
Afortunadamente
mucha gente hace el camino, también en bicicleta. Unos ciclistas de Jaca, que
no conocíamos, también tenían avería. Les preguntamos si tenían una cámara de
repuesto y nos la prestaron amablemente.
Arcadio,
de 89 años, vecino del Burgo Ranero, pueblo en la etapa de Sahagún a León, nos
presto una bomba de píe para bicicleta. En el camino siempre encuentras buena
gente, dispuesta a ayudar, acompañar y charlar.
De
esta manera pudimos continuar camino, a pesar del imprevisto y las dificultades.
Algunas
lecciones aprendidas:
- Siempre surgen imprevistos y dificultades.
- Te puedes quedar paralizado o buscar soluciones.
- Si pides ayuda sueles encontrarla. Pedid y se os dará, dice el evangelio.
- La ayuda, muchas veces, viene de desconocidos, que después ya son conocidos. No vamos solo por el camino (de Santiago y de la vida).
Nos
vamos a caer, habrá fallos, imprevistos. Lo importante es ser capaz de
levantarse y continuar. Este año ya hemos llegado a Astorga.
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