Esta
mañana al levantarme tenía muy claro que es lo que quería hacer. Aun teniéndolo
claro, a veces me despisto. He encendido el móvil, he pasado por el Whatsapp y
sin darme cuenta estaba jugando, no he podido resistir el impulso.
Bueno,
“serán cinco minutos” me he dicho. Es increíble la capacidad de autoengaño que
tengo, supongo que todos tenemos. Me he enganchado con un juego bastante
simple, que hasta me da vergüenza y ha pasado una hora y cuarto.
Después
me he entretenido con otras cosas, al fin y al cabo, es domingo. Para cuando he
puesto conciencia, había pasado bastante más tiempo. No pasa nada, siento una
pequeña sensación de culpa, me digo “¡Otra vez!” y puedo hasta enfadarme un
poco conmigo mismo. Nada de esto ayuda, lo que quería que estuviese hecho no se
ha hecho solo ¡Vaya sorpresa! Las cosas avanzan si las dedicamos tiempo.
Afortunadamente,
me he recuperado y ahora estoy escribiendo este post. Aunque debería estar
revisando un artículo, que me cuesta más, y después escribir el post. Creo que
esto me ayudará a coger impulso y continuar. Otra forma de autoengaño, siento
que hago algo que tengo que hacer evitando lo importante, que me cuesta. Al
menos no sigo entretenido con el móvil, un gran ladrón de tiempo.
Es
clave como empezamos el día, la jornada de trabajo, la semana o el curso. Si
nos despistamos al empezar podemos tardar en recuperar la concentración y la dedicación
a aquello en lo que queremos avanzar.
Si lo posponemos,
si nos resistimos, es posible que después sea más difícil ponernos. La
resistencia va creciendo hasta que nos ponemos y una vez que nos ponemos la resistencia
disminuye y es más fácil continuar.
“Si
vences la resistencia inicial después todo es más fácil”
Superar
la barrera de la pereza, especialmente al comenzar el día, la semana, el año o
el curso. La primera ley de la inercia dice que “un cuerpo en reposo permanecerá
en reposo a no ser que se le aplique una fuerza”, no nos pondremos en marcha a
no ser que venzamos la inercia inicial (la pereza). Una vez en marcha es solo
continuar, también la primera ley dice que un cuerpo en movimiento sigue ese
mismo movimiento a no ser que se le aplique una fuerza.
Hay caminos
que nos llevan a buenos sitios, aunque cueste recorrerlos. Normalmente sabemos
cuales son los caminos, sabemos como conseguir los resultados que queremos, que
debemos hacer, aunque a veces cueste.
Si
empiezas es posible que acabes e incluso que generes buenos hábitos. Te invito
a reflexionar sobre ¿Cuál es un buen comienzo para tu día? ¿Cuál es un buen
comienzo para la vuelta de vacaciones?
Con un
buen comienzo el resto del día es más fácil. Cada día es un nuevo comienzo.
Momento de parar y dejarse sentir que comienzo nos va bien, cómo me gustaría
empezar el día y qué es lo que me va a sentar bien haber hecho al final del
día.
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