domingo, 18 de abril de 2021

Demasiadas cosas pendientes para cargar con todas. Vacía tu mochila para ir más ligero.

Tendemos a acumular. Esto lo sabe cualquiera que haga una mudanza después de estar viviendo dos años en un mismo sitio. Parece increíble la cantidad de cosas que aparecen.

Para un viaje, si no tenemos cuidado, vamos cargando la maleta por si acaso. Pueden ser tantas las circunstancias, los por si acaso, que al final no hay quien lleve la maleta.

Vamos con la mochila demasiado cargada. Acompaño a mi hija Sofía, la autora del dibujo, al colegio cada mañana. Me pregunto si usa lo que lleva en la mochila. Demasiado peso, que sin duda tendrá efectos en su espalda, o en la mía, que cargo con su peso un rato.

Demasiadas cosas para cargar con todas. Dibujo de Sofía Fontaneda

Igual que cargamos la maleta por si acaso, igual que acumulamos en casa, vamos asumiendo tareas, responsabilidades, compromisos que nos van lastrando. Llevamos la mochila demasiado cargada para avanzar.

Es difícil avanzar con demasiados pendientes, con demasiado peso. Esto nos puede pasar en el trabajo, en nuestra vida personal, en casa. Sin darnos cuenta, igual que llenamos la casa, vamos acumulando cosas en la lista de pendientes.

La lista de pendientes puede ser tan larga que se nos pierden cosas si no la revisamos frecuentemente. Nos pasamos la vida reordenando los pendientes, planificando, en lugar de haciendo. Como no hacemos, lo volvemos a planificar para la semana siguiente.

¡Una tarea más! Arrastrar pendientes de una semana a otra.

Abrumados por tantas cosas pendientes la pregunta es ¿tenemos que hacerlas todas? Igual podemos empezar por tachar algunas.

Tenemos la ilusión de que podemos hacerlo todo, somos superhombres o supermujeres con poderes especiales. Si realmente podemos hacerlo todo, no hay problema, solo es cuestión de ir haciendo.

Si la realidad, como suele ser, es que no podemos hacerlo todo, solo nos queda eliminar, decidir qué es lo que no vamos a hacer. Es la única forma de encontrar tiempo para lo que sí vamos a hacer.

Si no decidimos que dejamos y seguimos con nuestra ilusión de poder con todo, habrá cosas que se queden sin hacer. No podemos hacerlo todo, si no eliges que dejas, lo que se quede sin hacer puede ser lo más importante.

No cuenta lo que empiezas, cuenta lo que acabas. No somos más importantes por tener más cosas pendientes, solo estamos más abrumados y con menor claridad.

Si tienes demasiados pendientes es momento de parar, decidir qué es lo que no vas a hacer, decidir qué es lo que otros pueden hacer por ti (puede que te compense pagar por ello) y priorizar lo que queda.

Empezando por lo importante sabes que lo que queda sin hacer es menos importante. Si todo es importante es que nada es importante. Si no eres capaz de distinguir lo que te merece la pena, no podrás priorizar.

Nadie puede priorizar por ti, para cada uno, distintas cosas son importantes. El éxito no es el mismo para todos. Que no te pase como decía Stephen Covey “Toda la vida subiendo por la escalera del éxito, para llegar arriba y darme cuenta de que está apoyada en la pared equivocada”.

¿Qué es lo importante para ti? ¿Qué es lo que valoras? ¿Cuáles son tus valores? ¿Cómo se nota eso en tu agenda? ¿Cómo se nota en tu planificación? ¿Cómo se nota en lo que haces? Tus acciones, tus comportamientos, son los que muestran que es importante para ti.

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