domingo, 27 de febrero de 2022

Epidemia de miopía, la miopía se ha vuelto contagiosa

Sufrimos una epidemia de miopía, de no ver a distancia, de ni siquiera querer mirar, solo ver lo que tenemos cerca.

Esto es especialmente así en el entorno político, donde muchos se sienten de paso y da lo mismo lo que sucederá dentro de cuatro años, si el que lidera la política cuenta con no estar ahí. También en muchas empresas, donde el gerente no permanece en su puesto mucho tiempo.

Si el entorno no acompaña, si los que dirigen no miran a medio o largo plazo, el que lo hace se encuentra solo, es un bicho raro. Mirando a lo que viene, tiene una visión distinta, no compartida, sus propuestas se pierden, chocan contra un muro. Es probable de se canse de intentar adaptar la organización al entorno cambiante y se adapte a la visión miope, de corto plazo. De esta forma, la miopía se contagia, puede que sea más fácil así e incluso más inteligente.

Miopía: foto tomada de La Vanguardia
Empezamos en la escuela, donde se da importancia a las notas sobre el aprendizaje y la curiosidad. Aprendemos a ser estudiantes bulímicos, que engullen contenido y lo vomitan en el examen, de forma que no queda nada dentro. Se olvida que ese aprendizaje sienta las bases para el siguiente, sienta las bases para desenvolvernos mejor en la vida.

Para los exámenes estudiamos la respuesta correcta, la lista de lo que se valora, lo que van a preguntar. Nos ceñimos a un temario, más allá de la curiosidad, un temario que quizá quede rápidamente desfasado.

Estoy en un entorno parecido, el universitario, no solo para los alumnos, también para los profesores. Si quieres avanzar en la carrera universitaria hay un sistema de acreditación, con la lista de lo que tienes que hacer y lograr.

Un sistema así invita a hacer, a trabajar, en eso que se valora. Lo cual tiene su parte positiva, el número de publicaciones del sistema universitario español ha crecido de forma importante en los últimos años.

También tiene sus pegas. Para poder valorar hay que poder medir. Muchos intangibles, difíciles de medir, quedan fuera. La tabla de lo que se tiene en cuenta deja fuera muchas cosas que aportan. Centrados en la acreditación, olvidamos cosas importantes, que no se miden, que condicionan el futuro.

Reconocer solo lo medible deja fuera los intangibles

Es difícil mirar más allá, encontramos muchas excusas. En un entorno tan cambiante como este, para qué conjeturar que es lo que vendrá, ya nos ocuparemos cuando llegue. Incluso, dejamos el problema para el siguiente, que resuelva el que venga.

¿Dónde crees que nos lleva la miopía? Sobre todo, si no nos ponemos las gafas.

¿Qué puedo hacer si estoy en una organización miope? ¿Compensa contagiarse o mirar lejos? No tengo todavía las respuestas, si tu las tienes, me encantaría que las compartieses.

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