Las
vacaciones se acercan, hay que preparar la maleta y algunas personas no encuentran
una maleta lo suficientemente grande para llevar todo lo que quieren llevar, todo
lo que creen que necesitan.
Por mi
parte, me gusta viajar ligero, no tener que facturar en el avión, a no ser que
sea imprescindible. Con menos equipaje te mueves más ligero. Con menos cosas
encuentras más rápido lo que necesitas y no te pierdes entre un montón de
prescindibles.
Llenamos
la maleta de un montón de cosas que no necesitamos, que nos sobran. El exceso
de equipaje puede hacer que nos olvidemos de lo importante, tratando de
recordar las minucias.
Lo
mismo sucede con lo que tenemos previsto hacer, durante las vacaciones podemos
llenar el día y no parar, correr de un sitio a otro sin saborearlos, estresados
por todo lo que tenemos que ver y hacer. Un día de vacaciones puede ser
agotador.
Este exceso
de equipaje y actividades se refleja en nuestro día a día, también cuando no
estamos de vacaciones. Con demasiados
pendientes nos olvidamos de lo importante, queriendo hacer demasiado nos
dejamos lo que importa.
En
muchas ocasiones, menos, es más. Dejando
lo prescindible y centrándonos en lo importante avanzamos en lo que queremos y
necesitamos.
Con demasiados pendientes igual no avanzas en ninguno. Como el burro demasiado cargado |
Elegir
tus batallas, no se puede luchar en todas. Si ya tienes demasiadas cosas que hacer,
si estás haciendo malabares, puede que al intentar meter una pelota más se caigan
todas. Puede que la intentar hacer una cosa más dejes todas sin hacer. Cuenta
lo que acabas, cuenta más si te acerca a dónde quieres estar, si es importante.
Si
tratas de ir a por dos conejos se escapan ambos. Priorizar, decidir el objetivo
e ir a por él es el primer paso para llegar. Priorizar es simplificar,
ponértelo fácil para conseguir la prioridad.
Identifica qué es aquello más importante para ti y concéntrate en ello, en disfrutarlo. Deja de intentar controlar demasiadas cosas. Con demasiadas cosas que hacer, nunca tienes tiempo, sientes escasez de horas, no te da la vida. Además, si estás pensando en lo pendiente no acabas de disfrutar de lo que haces.
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