Muchas veces podemos escuchar la frase “¡No sé lo que quiero!”, incluso puede que la hayamos dicho. Yo tuve un momento en el que pensaba así, que no sabía lo que quería. Alguien me hizo ver que sí lo sabía, pero que puede dar miedo saber lo que quieres, porque eso te responsabiliza a ir a por ello. Si no lo consigues ya no es que no sabes lo que quieres, es que no has sido capaz.
Descubriendo y apuntando al objetivo |
Por eso
muchas personas se resisten a ponerse objetivos, a definir lo que quieren. Otras,
los ponen de manera poco concreta, de forma que se pueden implicar menos.
Uno de
mis objetivos para este año es escribir una entrada en el blog semanal. Para
concretarla me he comprometido conmigo mismo a escribir cada domingo. Y si no
soy capaz, si surge cualquier otra prioridad, recuperar el lunes, o al menos
durante la semana.
Imagina
tu objetivo con todo detalle: ¿Qué es lo que realmente quieres alcanzar? ¿Cómo
se verá y se sentirá cuando lo logres? Tener esta claridad te ayudará a
mantenerte enfocado y motivado durante todo el proceso.
Un objetivo
claro me motiva, me da un motivo para ponerme en marcha. Me ayuda a que durante
la semana apunte alguna idea sobre la que escribir el domingo.
Con el
objetivo claro te van surgiendo ideas que te pueden llevar a él. Sabiendo donde
quieres ir es más fácil encontrar caminos para llegar a destino. También puedes
ver lo que han hecho otros que ya han llegado.
Sabiendo
el objetivo el siguiente paso es definir el camino. Puedes parar a ver posibilidades,
buscar ideas, definir el trayecto y los primeros pasos, para empezar a caminar.
Si
tienes claro el objetivo, comenzarás a ver oportunidades en cada paso que des
hacia él. Las oportunidades no te pasarán desapercibidas, te saltarán a la
vista. Igual que cuando te escayolan, parece que han escayolado a mucha gente,
o que cuando te embarazas, parece que va a aumentar la natalidad.
El objetivo no es nada sin acción. Una vez que hayas definido como ir avanzando, es hora de poner manos a la obra. Toma acciones concretas que te acerquen a tu objetivo.
En resumen, tener claro el objetivo, definir cómo llegar a él y andar el camino. Si te resistes a ponerte objetivos, te estás resistiendo a vivir como quieres vivir.
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