Vivimos
en la cultura de la prisa, repetimos “NO TENGO TIEMPO”, corriendo de un lado
para otro, muchas veces sin saber muy bien a dónde vamos. Con una larga lista
de pendientes, que no deja de crecer, a pesar de todos nuestros esfuerzos.
En un
mundo con posibilidades infinitas, donde las opciones nunca han sido tan
numerosas, nos perdemos entre tanta oportunidad. Nos perdemos al elegir o
elegimos a toda prisa. Los quehaceres y los placeres nos van llevando y
saltamos de una cosa a otra, muchas veces sin acabar ninguna. El día pasa y no
sabemos que hemos hecho con nuestras 24 horas.
La
realidad es que tiempo siempre tenemos,
todos los días 24 horas, así que la frase “no tengo tiempo” carece de sentido.
Todos los días tenemos la capacidad de elegir que hacemos con nuestro tiempo.
¿Cómo
eliges? ¿Cómo elegimos? Nuestras elecciones configuran nuestra vida y nuestra
dirección. Si sigues por ese camino llegaras da donde te encaminas. En
ocasiones sentimos que podemos predecir donde acabará alguien. También podemos
apostar por donde acabaremos nosotros, sabiendo a qué dedicamos el tiempo.
El
tiempo no se puede gestionar, simplemente va pasando. Lo que podemos gestionar
es que hacemos en el tiempo que tenemos. Damos importancia a las cosas por el
tiempo que las dedicamos.
Cuando
propongo a alguien tomar un café y me suelta el célebre “no tengo tiempo”, a
veces contesto “es que no soy suficientemente importante para ti”. Enseguida se
disculpan diciendo que realmente no tienen tiempo, que están muy ocupados, lo
que no dudo. También es cierto que ponen por delante todas esas ocupaciones a
que nos tomemos un café. No pasa nada, cada uno toma sus elecciones, si es que
puede. Es cuestión de prioridades.
Podemos
no tener tiempo para ir a la montaña en familia, con amigos. Seguro que
encontramos cosas que hacer en su lugar, depende de a qué le demos importancia.
Hoy nos hemos regalado tiempo en Santa Cruz del Valle Urbión - preciosa ruta y mejor compañía. Aunque la foto sale un poco borrosa, eso no es lo importante |
Quizá
sentimos que algo es importante, decimos que es importante. Pero nuestros actos
hablan más alto que nuestras palabras, los hechos nos configuran, quizá más que
los sentimientos.
Para
saber qué es lo importante para ti, déjame ver tu agenda. Si dices que la
familia es importante ¿Cuánto tiempo le dedicas? Más allá de lo que trabajas,
porque puedes usar la excusa de que trabajas para que tengan todo lo que
quieran, o todo lo que necesitan. Quizá lo que quieren y necesitan es pasar
tiempo contigo.
El
tiempo, el mayor regalo, porque es de lo que está hecha la vida.
¿Qué
es lo importante? Si no tenemos tiempo, si no encontramos tiempo para ello, es
que eso no es suficientemente importante.
La
importancia depende del criterio de cada uno. A veces es difícil alinear la
importancia de lo que sentimos, de lo que pensamos y de lo que hacemos. Merece
la pena reflexionar a qué dedicamos el tiempo, que sí tenemos.
Buena reflexión Nacho.
ResponderEliminarMe encanta esta reflexión. Sin embargo, me gustaría añadir que aunque no conozcamos la agenda de alguien, también se puede predecir fácilmente donde acabará... en una caja pino (o de mármol, dependiendo de su capacidad económica). El tiempo no puede ser gestionado al 100%, solo controlamos una parte y lo realmente importante, como bien mencionas en el post, es lo que decidimos hacer con esa porción de tiempo que podemos controlar. Sin más, reitero mi enhorabuena.
ResponderEliminarEso también esta claro, en unos años (más o menos), todos muertos. La muerte nos conecta con la vida, vivir el tiempo que tenemos, que por lo limitado es precioso, como bien dices
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