Obsesionado
con la cantidad de cosas que tengo que hacer hay veces que me pierdo en cosas
que “no” debería, ni quiero, hacer. Tener una lista de “cosas que hacer” es
poderoso, salvo cuando la lista se alarga demasiado y no sabes por dónde
empezar (aun así, da claridad).
¿Dónde
encontrar tiempo? ¿Cuál es la barita mágica que permite que aparezca? No hay
tiempo para todo. Para encontrar tiempo descubrir dónde y de qué manera se te
escapa. Dejar de hacer algunas cosas es la única forma de encontrar tiempo para
otras.
Todos
los días tenemos 24 horas ¿Cuántas de esas horas son realmente vividas como te
gusta vivirlas? ¿Cuántas son aprovechadas? ¿Cuántas se escapan en cosas que es
mejor no hacer o que no compensan el tiempo dedicado?
Hoy te
propongo hacer tu “lista de cosas que no
hacer”, o las que vas a hacer menos. En la justa medida está la virtud. Me
encanta el café, el problema es cuando me tomo muchos cafés; Me encanta
socializar, el problema es cuando socializo demasiado, no me queda tiempo para
avanzar en lo que quiero.
Como
siempre, tú escoges, tú decides.
Decidir no es fácil, esta semana escuchaba de una jovencita de 19 años que
madurar es una faena, cuesta, hay que decidir y decidir es descartar, optar por
una cosa y dejar otra.
Lista de cosas que "NO HACER" |
Prueba
esta semana a dejar algunas cosas: los videojuegos; ver las noticias del
mediodía y las de la noche (se repiten); las redes sociales (o ponerte un
límite; por ejemplo, de 30 minutos); la comida que no te sienta bien. Tú escoges, tú decides qué dejar (para encontrar tiempo para
otras cosas).
También
puedes dejar de juntarte con algunas personas que no te sientan bien; o
juntarte menos. Hay personas que nos quitan energía y otras que nos la dan. Si
dedicas tiempo a unas se lo quitas a otras. Tienes derecho a decidir con quien quieres pasar tu tiempo; lo digo
porque, aunque parece obvio, mucha gente no lo siente así o a veces se nos olvida
que nuestro tiempo es nuestro y con lo tuyo tú escoges. Puedes hacer una lista
de personas con las que no juntarte (o juntarte menos).
Cuando
estamos con alguien desde la culpa o la obligación, ese estar no sienta igual
que cuando lo hacemos desde lo que queremos y disfrutamos. Puede sonar fuerte,
pero puedes escoger con quien no quieres juntarte o con quien quieres juntarte
menos, para juntarte más con aquellos que si quieres. Tú escoges, tú decides, con
quién quieres pasar tu tiempo (y con quién no).
De la
mano con lo anterior, decidir con quién no juntarte, viene la lista de las
interrupciones que no vas a permitir. Puede que sea otra persona quien
interrumpe; pero tú eres quien escoge y decide si aceptas la interrupción.
Puedes también decidir cuáles son los momentos en los que no vas a permitir
interrupciones permitiéndolas el resto del tiempo. Tú escoges, tú decides qué parte de tu tiempo quieres proteger, tu tiempo de “no interrupciones”.
También
puedes escoger abandonar ciertas actitudes que llevan tiempo y consumen energía
sin aportar mucho: la queja, el drama, la comparación constante con los demás,
la procrastinación, la preocupación por lo que no puedes controlar, la
necesidad de complacer a los demás, el qué dirán. Tú escoges, tú decides, cuál quieres que sea tu actitud.
Puede
ser difícil, no es tan fácil soltar lo que no nos conviene, es a lo que estamos
acostumbrados. Parece que llevamos tatuado el dicho “más vale lo malo conocido
que lo bueno por conocer”. Sal de la rueda del hámster y escoge, elige, decide.
Es tu tiempo, tu vida, lo que está en juego. Cuidar de tu tiempo es cuidar de ti
y de tu vida (el tiempo es vida).
Tú
eliges, tú decides, a qué dedicas tu tiempo, a quién dedicas tu tiempo y con
qué quieres enredarte. Dejando (cosas, personas, interrupciones, actitudes). Liberando
el tiempo, dejando, aparece tiempo para lo que quieres.
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