viernes, 25 de julio de 2014

Las vacaciones - el Yin y el Yang

El Yin y el Yang representan la dualidad, de lo opuesto y lo complementario, el bien y el mal, lo grande y lo pequeño, donde no existe lo uno sin lo otro. El estrés y el relax. En las vacaciones encontramos esa dualidad.

Nos han hablado mucho del estrés post-vacacional, cuando volvemos al trabajo o a la rutina habitual. ¿Cuántas veces sientes el estrés pre-vacacional?, del que no nos han hablado, dejar todo cerrado y ordenado en el trabajo o en casa, preparar unas vacaciones que tenemos la “obligación” de disfrutar, cuantas discusiones y gritos hay por preparar la salida, por decidir si playa o montaña. Y el estrés vacacional, por hacer muchas cosas, porque hay que aprovechar, porque cambian las relaciones con los de cerca, familia o amigos, porque tenemos la obligación de disfrutar y nos hemos fijado unas expectativas, nos ponemos el listón alto. Llegan las vacaciones y en ocasiones, al perder la tensión, nos sentimos cansados, apáticos, desganados.

La semana antes de irnos de las vacaciones suele ser un momento muy productivo, donde hacemos orden, cerramos muchas cosas pendientes (sobre todo las importantes, o así debería ser), delegamos otras, decidimos que ya no merece la pena hacer algunas (que nos estaban ocupando espacio en la cabeza) y dejamos para más adelante lo no prioritario.

Durante las vacaciones nos podemos relajar, disfrutar de los regalos de cada día, simplemente estar. Una oportunidad para desconectar de la rutina, del trabajo, de las obligaciones, de algunos problemas y conectarnos con nosotros y con los que queremos. También podemos decidir qué hacer y decidirlo con los demás, si son vacaciones compartidas. Plantearnos hacer algo cada día, que nos guste, creando el propósito. Son un regalo para tener nuevas experiencias, entrar en un ritmo nuevo.

Tiempo de descanso, para parar, observar y observarte. Un buen momento para la charla tranquila con los demás o con uno mismo, para recuperar la capacidad de hablar de nada, del tiempo, donde la conversación tiene su fin en sí misma. Fluir, dejarse llevar, disfrutar del tiempo tranquilo.

La vuelta de vacaciones es momento para fijar nuevos objetivos, abandonar hábitos laborales-rutinarios negativos, menos fuertes al haberse dejado durante las vacaciones y adquirir hábitos nuevos que nos puedan llevar a nuevas satisfacciones. Cambiar nosotros para que los resultados cambien. Empezar de nuevo, renovados.


Espero que en tus vacaciones encuentres y disfrutes la parte buena de la dualidad, te sirvan para recargar baterías y entrar en el día a día con energía renovada. Sepas superar el estrés y disfrutes de ellas. Este es un buen día para empezar.

viernes, 4 de julio de 2014

Empezar - ¿Para qué?

Empezar a hacer algo muchas veces cuesta, aunque apetezca, sepas que conviene, estés convencido de que es lo que quieres-tienes que hacer. Eso me pasa con este blog, llevo sintiendo ganas de empezar desde hace más de un año, dos o tres.

Primer truco para hacer las cosas, empezar, vencer la barrera de la pereza (concepto prestado de Sandra, una compañera de curso). Para ir a correr lo que más cuesta es ponerse las zapatillas y salir a la calle; una vez en la calle, esa inercia que hacía que no saliésemos es la que nos impulsa a seguir, “ya que he salido pues corro”. Ahora me aplico esa medicina y empiezo a escribir. ¿Dónde quieres aplicar esta medicina? ¿Qué quieres empezar y no empiezas?

El tema de la “gestión del tiempo” de la “gestión de la vida” es un tema que me apasiona, me late, que todos vivimos en nuestro día a día, de forma consciente o inconsciente y que nos permite-facilita hacer, lograr, disfrutar, sentirnos satisfechos o insatisfechos.

Alguna vez has dicho “¡no tengo tiempo!”. ¿Estás de acuerdo en que el tiempo es vida? Prueba a cambiar “¡No tengo tiempo!” por “¡No tengo vida!”. Cambia tu consciencia sobre la situación. En lugar de decir a un amigo “No tengo tiempo para tomar un café contigo hoy” prueba “No es una de mis prioridades tomar café contigo hoy”. Suena de otro modo, no se lo digas, igual se enfada. Verlo así ayuda a ser conscientes de nuestras prioridades.

El tiempo no se vive sólo, vivimos con los demás, en casa, en el trabajo, con los amigos… Qué decidimos hacer tiene su impacto, sus consecuencias, en nosotros y en otros. Equilibrar lo que quiero con lo que quieren, lo que necesito con lo que necesitan, ahí tienes el reto.

Como es un tema que me apasiona, leo, veo, escucho y comparto con muchos amigos-conocidos experiencias de vida, técnicas, trucos, anécdotas que quiero compartir. Una AMIGA me recuerda a menudo la importancia de preguntarse ¿Para qué? ¿Dónde me/nos lleva esto?

¿Para qué este blog? Para compartir la inquietud por el tiempo, por la vida, por la buena vida (que para cada uno será distinta). Ser más conscientes del tiempo, cómo lo vivimos, aprender a decidir y hacer. Creo que nos puede ayudar a ser más felices, disfrutar más nosotros y los de alrededor, recorriendo caminos y viviendo experiencias que queremos recorrer y vivir. E incluso lo que piensa todo el mundo, nos puede ayudar a hacer más cosas. Igual la respuesta no está en ¿Cómo hacemos más cosas? sino en ¿Qué cosas dejamos de hacer qué nos permitirán hacer otras?

Espero que si decides acompañarme en el camino algunas de las cosas que aparezcan en el blog te sirvan, es un buffet, sírvete a tu gusto, prueba que te funciona, afortunadamente cada uno somos distinto y no hay una respuesta única. Elige tu camino, elige qué quieres hacer, pensar, sentir, vivir.