jueves, 31 de diciembre de 2015

Balance de lo hecho, celebración y nuevo camino

El último día del año es un gran día, como el último momento de cada etapa, de cada proyecto, de cada experiencia. Es un gran día para hacer balance del año vivido, de sus momentos buenos y no tan buenos, de lo que hemos aprendido, con los aciertos y las equivocaciones.

Es un momento de celebración por lo logrado y de agradecimiento hacia los que nos han ayudado a conseguirlo. Hoy quiero celebrar con vosotros y vosotras que me habéis acompañado las 52 entradas del blog en 2015, una a la semana.

Como ya he comentado en alguna ocasión cumplir con los objetivos ayuda a la autoestima y a lograr los siguientes. Hace un año me propuse escribir una entrada semanal y estoy contento de llegar a las 52 entradas. No ha sido fácil algunas semanas, es lo que hace que el logro me deje más satisfecho.
Y os quiero dar las gracias porque me han ayudado vuestros comentarios, offline y online, en el blog, en Twitter, en Facebook o en Linkedin. Además me han ayudado a aprender un poco más, a ampliar reflexiones y a tratar de seguir aportando. Por todo ello GRACIAS y espero seguir contando con vosotros el año próximo.

Debes partir de tu esencia para saber que es el éxito para ti y no dejarte engañar por el éxito social o el que marcan otros. Una vez definido tu objetivo la constancia te ayudará a acercarte a la meta y a disfrutar del camino, un camino que se hace mejor acompañado. No olvides celebrar el éxito, será el combustible para seguir caminando.

Es la historia que cuentan cinco entradas de este año con las que me quedo especialmente:
  1. La entrada más popular, volver a la esencia, que nos invita a volver a aquello que nos conecta con los demás y con la naturaleza.
  2. Te pido que hagas tu definición de éxito, no vaya a ser que tengas apoyada la escalera en el sitio equivocado.
  3. Mantén la constancia durante el camino te acercará a tu destino.
  4. Mucho mejor en buena compañía, así que escoge con quién te juntas.
  5. No olvides celebrar el éxito, como espero hagáis todos antes de comenzar el 2016 y con cada éxito.

También quiero agradecer a Francisco Alcaide que sembrase en su día el objetivo de una entrada semanal en mi cabeza y que se haya acordado de uno de mis post este fin de año entre los 50 post que le han gustado de 2015, GRACIAS Paco.


Te propongo que esta noche comentes lo bueno del año, lo que te llevas para el año siguiente y que lo celebres con los que tienes alrededor, la alegría compartida es más alegría y las penas compartidas son menos penas (esto vale para la noche del 31 de diciembre o para cualquier noche; los días de celebración los escogemos nosotros).

jueves, 24 de diciembre de 2015

Como sobrevivir a la Navidad

¿Te gustan las Navidades? ¡Qué pregunta más complicada! Es un tiempo que nos despierta sentimientos encontrados, a los adultos, porque para la mayoría de los niños es una pregunta muy sencilla. Así que por qué no preguntar a los que saben la respuesta y sus razones.

Un niño te dirá que le encantan, para empezar le dan vacaciones, se encuentra con sus primos y demás familia, es un tiempo mágico donde vienen los Reyes Magos y últimamente también Papa Noel. Las calles se iluminan y hay un montón de actividades divertidas.
Navidad en Burgos
Los adultos que estaréis leyendo este post pensaréis, así cualquiera, a mí también me gustaban cuando era niño, ahora es distinto, no son más que obligaciones, comidas y cenas en exceso, un montón de mensajes en el móvil, que si los recibes te abruman y si no los recibes piensas que nadie se acuerda de ti.

Cuántas veces has oído eso de que esta Noche Buena cenamos huevos con patatas fritas y qué pocas veces se hace. Si es que no sabemos lo que queremos y si lo sabemos, no nos queremos salir de la rueda.

Volvamos a los niños y la que creo que es la clave de que disfruten intensamente las Navidades, son maestros en vivir el momento, ahora que está de moda el Mindfulness. Ellos no se preocupan de que va a haber esta noche (24 de diciembre) para cenar, de hecho cenarán unas salchichas y a correr, que esas cosas raras que comen los mayores a la mayoría no les gustan.

No se preocupan con qué familia les toca pasar cada día, si con la de papa o con la de mama, ni de qué regalos hay que comprar, ni les preocupa demasiado si se llevan mal con alguien. Simplemente viven el momento, lo que toca en cada instante, sin preocuparse de lo qué vendrá en cuatro días o de lo que acaba de pasar.

No tiene que estar todo perfecto, porque ellos no se plantean ese ideal, las cosas van viniendo y disfrutan de cada experiencia y de los reencuentros como nadie. Saben vivir con emoción, dejarse impresionar e ilusionar. Qué distinta es la ciudad cuando salimos con ojos de niño a mirar las luces, la gente que se mueve.

Y cuando están cansados, pues a descansar, que no es obligatorio divertirse, se tiran en cualquier sofá y duermen como angelitos, poco preocupados del que dirán. No tienen que cumplir, porque no saben lo que es eso, van haciendo según les apetece y se divierten mucho a la par que alegran a los de alrededor. Si haces por obligación, ni disfrutas ni disfrutan los de alrededor.

Si quieres vivir mejor estas Navidades haz como los niños, disfruta del momento, de cada encuentro, no te preocupes por lo que pasará mañana, ni por si está todo perfecto, no te molestes por el que dirán y si el cuerpo te lo pide descansa. Cuando estés con la gente estate y si no vas a estar es mejor que no estés por cumplir.


TE DESEO UNAS FELICES FIESTAS Y UN MAGNÍFICO 2016

jueves, 17 de diciembre de 2015

Según con quién te juntes…

Hay personas que marcan tu vida, que te ayudan a mantener el rumbo o que te inspiran para cambiarlo. Manete fue una de esas personas en mi vida.

Con 18 años me fui a Madrid a estudiar y tuve la suerte de vivir seis años en el Colegio Mayor Santa María de Europa, seis años de experiencias, rodeado de más de 200 estudiantes que se convirtieron en mis compañeros de viaje. En el colegio había gente de todo tipo, con distintas inquietudes y experiencias.

Durante los primeros años compartías habitación y tuve la suerte de compartirla con Manete, un segoviano campechano y buena gente que tuvo mucho que ver en que esos dos años me fuese bien como estudiante. Manete era y sigue siendo un tío constante, ahora se dedica a correr maratones entre otras cosas, con gran capacidad de concentración, los objetivos claros y un gran gestor de su tiempo. El me enseño lo que era ser un “trapero del tiempo”, aprovechando los minutos sueltos que te van quedando entre una actividad y otra.

Dice el refrán que “dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición”. Cada uno teníamos nuestro colchón y aun así aprendí muchas cosas de mi compañero, me influenciaron muchos de sus hábitos y su ejemplo me ayudó a estudiar de manera constante.

Y no es que Manete estuviese todo el tiempo estudiando, también estaba en la tuna (con lo cual salía), era uno de los pilares del equipo de fútbol y futbito del colegio y las partidas de mus que echábamos eran memorables, a veces hasta altas horas de la mañana. Todo en su justo equilibrio, nada en demasía como decían los griegos.

Si con 18 años me hubiese encontrado con un compañero de habitación al que le va la fiesta, le gusta jugar a las cartas y pasar el tiempo de manera ociosa me hubiese costado más sacar adelante los estudios.

Es difícil nadar contracorriente y se avanza mucho menos, si es que se avanza. El ambiente del que te rodeas (o del que estás rodeado) es como la corriente

Era influenciable con 18 años y sigo siendo influenciable ahora con bastantes más. Otro refrán reza “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Pone de manifiesto la importancia de las compañías para determinar la persona en la que nos convertimos.

He oído en muchas ocasiones de Francisco Alcaide que te conviertes en el promedio de las cinco personas con las que más te relacionas. Las personas de las que te rodeas tienen una gran influencia en tu vida.
Tomado de Twitter de Belén Frau
Además tiendes a rodearte de los que son cómo tú, los que refuerzan tus creencias, si eres optimista te juntas con optimistas, si eres pesimistas con pesimista.

¿Cómo quieres ser? Busca personas que ya sean así, de las que aprender, y aunque no nos enseñasen que es bueno copiar, benchmarkig lo llaman los anglosajones, es más fácil copiar lo que hacen bien otros que aprender sólo, ver lo que funciona.

Te propongo que esta semana busques a alguien a quien admires por algo y pases más tiempo con él, aprende esas cosas que te gustan y pregunta, normalmente nos encanta a todos enseñar lo que se nos da bien.


Si no te conviene el ambiente del que estás rodeado, cambia de entorno ¿Cuánto más te vas a quedar ahí? Busca tierra fértil en la que crecer, dónde tengas suficiente agua, tenemos la ventaja de podernos mover y decidir cuál será nuestro entorno.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Los plazos motivan a la acción

En estos tres meses se está produciendo un incremento espectacular en las Tesis Doctorales defendidas en la Universidad ¿A qué se debe este incremento sin precedentes? Sin ninguna duda se debe a un plazo establecido para los planes viejos de doctorado, ya hace más de dos años, en el que se establecía cómo límite para depositar la Tesis Doctoral octubre de 2015 y para defender febrero de 2016.

La mayoría de los que tenían algún trabajo avanzado y realmente querían alcanzar el grado de Doctor han hecho el esfuerzo de encontrar el tiempo y aplicarlo a su investigación en estos últimos dos años. En mi trabajo en la Universidad he podido ver estos esfuerzos y estos meses asisto a más tribunales de Tesis Doctorales de los que estaba acostumbrado. Probablemente estas Tesis se habrían alargado de no tener el plazo tan definido, en algunos casos varios años más.
Los plazos motivan a hacer y a lograr resultados
Dan Ariely cuenta en su libro “Las trampas del deseo” un experimento que hizo con sus alumnos universitarios. Este experimento tiene una fuerte relación con el establecimiento de fechas. Creo tres grupos con alumnos equivalentes y propuso tres trabajos a realizar en un cuatrimestre:
  • Grupo. A – Ellos se ponen las fechas tope al inicio del curso. Si no cumplen penaliza.
  • Grupo. B – El profesor pone las fechas tope al inicio del curso. Si no cumplen penaliza. Tres fechas equidistantes, una cuándo había pasado 1/3 del curso, otra a los 2/3 y otro trabajo a entregar al final.
  • Grupo. C – No hay fechas tope (sólo el último día del curso).

Parece que los que más ventajas tienen son lo que sólo tienen la fecha tope del último día y se auto-organizan según sus necesidades. Pueden hacerlo como los demás y tienen otras opciones.

El resultado del experimento es que las mejores calificaciones las obtienen los del grupo B (el profesor fija las fechas equidistantes), después los del grupo A (se han fijado sus propias fechas límite) y las peores notas lo que tienen mayor libertad y plazos más flexibles.

La conclusión parece obvia, los plazos nos movilizan, nos ayudan a alcanzar las metas con mayor calidad, si es que son realistas, son alcanzables y nos suponen un reto. Tendemos a procrastinar, a posponer para el futuro, ese tiempo mejor e infinito donde tendremos espacio para cualquier actividad que nos propongamos. Después el futuro llega y resulta que está lleno de actividad como el presente.

Las metas nos ayudan más si están establecidas desde fuera, si tenemos que dar cuentas de un objetivo que nos ha puesto alguien a quien respetamos.

También ayudan si las metas nos las ponemos nosotros, con unos plazos claros. Es muy importante temporizar los objetivos, para que no se atasquen indefinidamente en nuestra mente sin hacer nada.

Cumpliendo con lo que nos auto-proponemos en plazo ganamos en auto-confianza. Igual que confiamos más en los demás cuando cumplen, confiamos más en nosotros mismos cuando cumplimos. Cumplir los plazos es un hábito, si estás acostumbrado a cumplir tenderás a cumplir.

Para ir creciendo en auto-confianza y cumplimiento empieza con metas sencillas, planes sencillos que llevar a cabo. Es increíble lo que se puede lograr implementando planes sencillos que nos llevan a la acción.


Si hay algo que has estado posponiendo durante mucho tiempo, establece un plazo, parte el gran objetivo en pequeños objetivos con sus plazos. La visualización de la meta te ayudará a seguir dando pasos. Al final es probable que estés más cansado, también estarás más cerca de llegar.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Encuentra tu pasión

Por mi trabajo me encuentro en muchas ocasiones gente que me pregunta ¿Tú qué harías? O ¿Qué puedo hacer? Y suelo contestar con una pregunta ¿A ti que te gusta? ¿Qué es lo que quieres?

Es una pregunta que cuesta hacerse, que habitualmente no nos la hacemos, nos enseñan a hacer lo que hay que hacer, en pocas clases el profesor pregunta a los alumnos “¡Bueno! ¿Qué queréis hacer hoy?” Lo que nos dicen es que hoy tocan sumas y mañana restas.

He encontrado algunos motivos para no responderse a la pregunta ¿Qué es lo que quiero? O a su variante ¿Qué me gusta hacer?
  1. No nos tomamos el tiempo, viajamos en automático.
  2. No queremos saberlo, la pregunta puede resultar incómoda, nos puede sacar de nuestra zona de confort, de lo conocido, nos decimos “Total, no estoy tan mal, podría ser peor”.
  3. Tenemos miedo a saber lo que queremos y no conseguirlo, lo que nos haría sentir como fracasados (no estará el fracaso en ni siquiera intentarlo, en no disfrutar del camino).
Es mucho más fácil esa pregunta de ¿Qué se te da bien? Que también es importante, sobre todo si eso te gusta. Si no te gusta, como se te da bien, si está reconocido socialmente y bien pagado, te puedes encontrar un día trabajando un montón de horas en algo que se te da muy bien, está bien pagado y no te gusta. Si lo piensas suena a condena.

"Atrapado en un trabajo que no te gusta porque se te da bien, está reconocido además de bien pagado"

Hace un par de semanas estuve visitando AMICA en Torrelavega, que trabaja con personas con alguna discapacidad, apostando por una vida más autónoma de todos. Bien pensado todos tenemos alguna discapacidad y para mí fueron un ejemplo de cómo apostar primero por lo que te gusta y después por lo que si puedes hacer.

Encontré un ejemplo en la gente que allí trabaja, guiados por la ilusión, la pasión y unos valores compartidos. Encontré ganas e ilusión en las personas usuarias, que apuestan por lo que si pueden hacer. Encontré implicación de las familias y trabajo en equipo. Lo que logramos lo logramos con los demás.

La motivación interna es más potente que la motivación externa, lo que viene de dentro, lo que hacemos porque queremos, tiene más fuerza que lo que nos dan desde fuera, como puede ser una remuneración (que también es necesaria). Además esa motivación interna se transmite en forma de pasión, ilusión a los que nos rodean, a los que trabajan a nuestro lado y los clientes, usuarios o personas que reciben nuestros productos o servicios. Si hacemos las cosas con pasión seguro que se venderán más.
Pasión - foto de Alexis Pérez
Eres responsable de buscar tu pasión ¿Crees que las cosas te suceden o que haces algo para que las cosas sucedan? En psicología se llama locus de control interno (si te sientes responsable de lo que sucede) y externo (si crees que las cosas te suceden sin más).

Decía Henry Ford “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes estás en lo cierto” Si anticipas un fracaso ya no lo intentarás, si piensas que lo lograrás y crees en tus posibilidades lo intentarás hasta conseguirlo. Si estás convencido de que no puedes subir esa montaña, que no puedes aprobar ese examen, no lo intentarás, o lo intentarás a medias y no lo lograrás, te quedará el consuelo de decirte: “Ya sabía yo que no podía”

No creo que podamos hacer cualquier cosa aunque lo intentemos con todas nuestras fuerzas, probablemente aunque haga todo lo que esté en mí mano no podré llegar a pisar la superficie del sol, igual otras generaciones lo harán. Lo que también creo es que nos ponemos límites y no intentamos cosas que si podríamos hacer, cada uno por nuestros motivos: no queremos esforzarnos, estamos muy cómodos donde estamos, tenemos miedo al fracaso.

Te invito a pensar que es lo que quieres, a valorar con criterio y realidad tus posibilidades y el esfuerzo que hay que hacer, a no tener miedo y perseguir tu sueño si crees que es posible. Incluso aunque no llegues, podrás disfrutar por el camino de perseguir algo que te importa. Te invito a disfrutar de tu trabajo y descubrir lo que te apasiona de él.