jueves, 17 de diciembre de 2015

Según con quién te juntes…

Hay personas que marcan tu vida, que te ayudan a mantener el rumbo o que te inspiran para cambiarlo. Manete fue una de esas personas en mi vida.

Con 18 años me fui a Madrid a estudiar y tuve la suerte de vivir seis años en el Colegio Mayor Santa María de Europa, seis años de experiencias, rodeado de más de 200 estudiantes que se convirtieron en mis compañeros de viaje. En el colegio había gente de todo tipo, con distintas inquietudes y experiencias.

Durante los primeros años compartías habitación y tuve la suerte de compartirla con Manete, un segoviano campechano y buena gente que tuvo mucho que ver en que esos dos años me fuese bien como estudiante. Manete era y sigue siendo un tío constante, ahora se dedica a correr maratones entre otras cosas, con gran capacidad de concentración, los objetivos claros y un gran gestor de su tiempo. El me enseño lo que era ser un “trapero del tiempo”, aprovechando los minutos sueltos que te van quedando entre una actividad y otra.

Dice el refrán que “dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición”. Cada uno teníamos nuestro colchón y aun así aprendí muchas cosas de mi compañero, me influenciaron muchos de sus hábitos y su ejemplo me ayudó a estudiar de manera constante.

Y no es que Manete estuviese todo el tiempo estudiando, también estaba en la tuna (con lo cual salía), era uno de los pilares del equipo de fútbol y futbito del colegio y las partidas de mus que echábamos eran memorables, a veces hasta altas horas de la mañana. Todo en su justo equilibrio, nada en demasía como decían los griegos.

Si con 18 años me hubiese encontrado con un compañero de habitación al que le va la fiesta, le gusta jugar a las cartas y pasar el tiempo de manera ociosa me hubiese costado más sacar adelante los estudios.

Es difícil nadar contracorriente y se avanza mucho menos, si es que se avanza. El ambiente del que te rodeas (o del que estás rodeado) es como la corriente

Era influenciable con 18 años y sigo siendo influenciable ahora con bastantes más. Otro refrán reza “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Pone de manifiesto la importancia de las compañías para determinar la persona en la que nos convertimos.

He oído en muchas ocasiones de Francisco Alcaide que te conviertes en el promedio de las cinco personas con las que más te relacionas. Las personas de las que te rodeas tienen una gran influencia en tu vida.
Tomado de Twitter de Belén Frau
Además tiendes a rodearte de los que son cómo tú, los que refuerzan tus creencias, si eres optimista te juntas con optimistas, si eres pesimistas con pesimista.

¿Cómo quieres ser? Busca personas que ya sean así, de las que aprender, y aunque no nos enseñasen que es bueno copiar, benchmarkig lo llaman los anglosajones, es más fácil copiar lo que hacen bien otros que aprender sólo, ver lo que funciona.

Te propongo que esta semana busques a alguien a quien admires por algo y pases más tiempo con él, aprende esas cosas que te gustan y pregunta, normalmente nos encanta a todos enseñar lo que se nos da bien.


Si no te conviene el ambiente del que estás rodeado, cambia de entorno ¿Cuánto más te vas a quedar ahí? Busca tierra fértil en la que crecer, dónde tengas suficiente agua, tenemos la ventaja de podernos mover y decidir cuál será nuestro entorno.

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