miércoles, 21 de febrero de 2018

Voy a toda velocidad a ningún lugar

Estoy en una de esas épocas donde no paro de hacer, venga a tratar de solucionar problemas, corriendo de una cosa a otra y con la sensación de no llegar lo suficientemente bien a ninguna.

Reviso el día cuando termina, he hecho un montón de cosas y no he avanzado nada en lo importante, lo único que he hecho es sobrevivir, sacar la cabeza lo suficiente para poder respirar en el mar de obligaciones que creo tener.

Las cosas van llegando y como un hámster en una rueda tengo la sensación de que llegan más rápido conforme las voy solucionando más rápido. Y me quedo con el sentir de que en esa rueda no avanzo, solo me entretengo, corro para seguir estando en el mismo sitio. Igual que el hámster tiene la rueda en la jaula para entretenerse.

Esta mañana comentaba con un amigo la importancia de poder pararse a pensar, darse cuenta de lo que estás haciendo, para no ir corriendo, a toda velocidad, a ningún lugar. Quizá si paro puedo darme cuenta de que estoy en una rueda, que no me muevo por mucho que corra y al darme cuenta me puedo bajar de la rueda y comenzar a explorar.
Foto tomada de www.miscota.es
La rueda puede ser lo conocido que tengo en la jaula, la jaula que he creado poniendo limitaciones, barreras que creo infranqueables o que no quiero pasar por lo cómodo que me siento. Lo fácil puede ser seguir en la rueda, seguir en automático, sin darme cuenta de que la puerta de la jaula está abierta para explorar un nuevo mundo.

Puede dar miedo explorar, dejar de hacer lo de siempre en automático y permitirse un rato para probar cosas nuevas, para probar lo que quieres y alejarse de la jaula conocida, quizá solo un poco al principio.

Los años pasan más rápido cuando eres más mayor y quizá sea la falta de novedad, el repetir siempre lo mismo, algo que no haces en la adolescencia y juventud, tiempo de exploración y crecimiento, donde en un año pasan muchas cosas nuevas.

Siendo joven te atreves a probar, a explorar, a arriesgar… y no siempre aciertas. El probar te permite madurar y avanzar en la prueba-error o la prueba-acierto. Quizá la percepción del tiempo tiene que ver con la actitud en la vida, con la innovación y la decisión de seguir viviendo y no sobreviviendo.

¿Realmente tienes que ir tan rápido a ningún lugar? ¿Te puedes permitir parar a sentir todos los días 5 minutos lo que quieres? ¿Qué es lo importante? Y si es posible, empezar cada día con lo importante y así no tendrás la sensación de que ha pasado un día más y no has hecho nada por mucho que has corrido.

Puedes bajar de la rueda del hámster si quieres, primero te tienes que dar cuenta de que estás subido (si es que lo estás). Yo hoy elijo bajarme de la rueda.

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