Hoy estoy triste, Javi nos ha dejado, se ha ido con los que caminaron antes que nosotros. El viernes estuvo celebrando su 79 cumpleaños, como él sabía hacerlo, rodeado de familia y gente querida, riendo, cantando y brindando por la vida. Parece mentira que todo cambie tanto en cuatro días.
Llevaba
un tiempo de susto en susto, pasando por el hospital para que lo pusiesen a
punto. Este enero parecía que ya se iba para el otro barrio, media familia viajó
a Fuerteventura y una vez más salió adelante, contra todo pronóstico. Creo que
las ganas de vivir le hacían revivir.
Veía
todo desde arriba. Contaba como había visto un lago y al fondo del lago mucha gente.
Puede que fuese la morfina o que ya estaba con medio pie en la próxima vida. Consiguió
la prorroga en el último minuto, como hace el Madrid, su equipo, en muchas
ocasiones.
Mi tío
Javi ha sido ejemplo para todos de cómo llevar los reveses de la vida con buen
humor y seguir adelante con lo que se tiene. En 2003 sufrió un ictus, lo que le
afecto a la movilidad y el habla.
En
lugar de estarse lamentando, ha vivido plenamente estos 21 años. Hablando con
lengua de trapo, contando chistes y anécdotas, compartiendo en familia y con
los amigos cada día.
De
casta le viene al galgo. Digno heredero del abuelo Eusebio, tampoco se quería ir
hasta saber en qué paraba todo esto. Encontraba la parte cómica en cada
situación, sacar la sonrisa de lo a veces trágico. Hacía amigos allá por donde
pasaba, hablaba con todo el mundo, con una gran espontaneidad.
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Mi tío Javi, su sonrisa y buen humor, con la gorra del Madrid (su equipo) |
Conectado
con las personas, rodeado de amor, cariño y cuidado de su mujer, sus seis hijos
y sus nietos. Sus hermanos y hermanas, que son piña y ejemplo para los que
venimos detrás. Con los de cerca podía sacar el enfado González, aunque
enseguida se le pasaba. Hemos aprendido que también te puedes enfadar y el amor
no está en cuestión.
Su
ejemplo me recuerda lo importante que es cómo te tomas lo que te pasa, la buena
compañía, las raíces y la familia. Confianza suficiente para enfadarte y
después poder echar la partida o tomar el vermú, hacer una bromas o disentir
sobre cuál es el mejor equipo de fútbol.
Es bonito sentir todo el cariño hacia Javi viendo hoy el WhatsApp. Copio lo que ha escrito mi hermana Susana: “Como diría el tío (y la canción de Rozalén, "El día que yo me muera"): "No lloren porque me fui, alcen la copa y brinden por todo lo que viví" (Javi lo podría decir perfectamente porque vivió disfrutando a tope). Se ha ido siendo muy muy querido. La gente buena no se entierra, se siembra...Hoy, ¡brindo por ti!