lunes, 20 de abril de 2015

Conversaciones significativas

Somos en nuestra relación con los demás, sociales por naturaleza y las conversaciones desarrollan nuestras relaciones. Las conversaciones que mantenemos ponen de manifiesto nuestra forma de ser y estar con el otro. Pueden ser superficiales o profundas, serias o divertidas, aburridas o amenas, mostrar cabreo, resentimiento, cercanía y tantas otras cosas.

He tenido la suerte de compartir conversaciones significativas en el último mes, compartiendo el camino de la vida, la búsqueda de sentido y el encuentro con uno mismo y con los demás. Hay conversaciones que pueden cambiar la existencia, el modo de vivir, en las que nos implicamos y nos expresamos desde nuestro ser, en la búsqueda del encuentro.

A veces tenemos conversaciones pendientes, que sabemos son importantes y quizá por eso nos asustan y posponemos. Normalmente esas conversaciones son importantes porque la persona con la que tendrían lugar es importante para nosotros, la podemos sentir cerca aunque esté a kilómetros y no la hayamos visto hace años.
Foto de Silvlapef -conversaciones en la ciudadela
Las conversaciones ayudan a mejorar las relaciones y a clarificar expectativas. Esas conversaciones pendientes hacen que hagamos suposiciones, muchas veces erróneas y que equivoquemos lo que esperan de nosotros.

No sólo en las conversaciones pendientes, también se da con gente con la que creemos que lo tenemos claro. Puede ser  que pensemos que nuestros padres quieren que triunfemos y hacemos por cumplir esa expectativa, seguramente lo único que quieren es que seamos felices, seamos como queramos ser.

¿Sabes cuáles son las relaciones importantes en tu vida? Si te paras a pensar igual te das cuenta de que alguien que era importante en tu vida ya no lo es tanto, no es tan importante como pensabas. Y puede que encuentres personas que han empezado a ser importantes.

¿Qué nota pondrías a esas relaciones? ¿Se pueden mejorar? Casi siempre se puede mejorar. Una vez que conozcas cuáles son tus relaciones importantes un gran paso puede ser clarificar expectativas, en ambas direcciones ¿Qué esperan de ti? ¿Qué esperas de ellos?

Puedes empezar tratando de clarificar qué quieren-esperan de ti. El primer paso puede ser pararte a pensar, tratar de adivinar, que quieren de ti. Después ya preguntarás, si decides tener esa conversación. Escribe tus conclusiones en un párrafo o dos.

Sabiendo lo que quieren es más fácil. Teniendo claro que es lo que esperan de nosotros podemos pasar de sentirnos abrumados por lo que creemos que esperan, a queridos y apoyados cuando lo vemos a través de sus ojos. Habitualmente sobrestimamos lo que la gente espera de nosotros.

Después viendo si tienes claro que esperas de esa relación, cuáles son tus expectativas, para clarificarlas primero contigo mismo y después poder compartirlas con esa persona importante.

Puede que pienses que va a ser difícil, igual decides no tener esa conversación, no pasa nada, quizá otras personas te pueden orientar sobre qué puede esperar esa persona importante.

También nos podemos observar ¿Qué reacciones automáticas tenemos con la gente que es importante para nosotros? ¿Cómo afectan estas reacciones a nuestras relaciones?

Para estas conversaciones escoge bien el momento, el lugar, con tiempo suficiente. No hables de lo que no quieres. Cada relación es única y cada persona reaccionará de una manera distinta. El propósito es clarificar las expectativas que tenemos ahora y si tiene sentido cambiarlas. Dejar a los demás sintiendo que los entiendes mejor y que la relación es mejor. Mirar más al futuro que al pasado.

Te invito a mantener conversaciones significativas con aquellos que quieres, aquellos que son importantes para ti. Te propongo que tengas esta semana una conversación significativa con alguien de tu familia, con alguien del trabajo (igual tú jefe), con un buen amigo o un compañero de viaje. Te invito a que clarifiques las expectativas de tus relaciones (no tengas las conversaciones que no quieras tener).


Este post está inspirado en el libro de Stewart D. Friedman “Leading the Life You Want: Skills for Integrating Work and Life” (Harvard Business, 2014)

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