Acaba
de pasar la Semana Santa, un tiempo de transformación en la cultura católica,
de morir al hombre viejo y nacer al hombre nuevo. De niño escribías en un papel
que es lo que querías dejar atrás y lo quemábamos, cómo símbolo de que eso
quedaba ahí, para buscar nuevos horizontes.
Siempre
tenemos la posibilidad de cambiar, de vivir como queramos vivir, si estamos
dispuestos a dar los pasos.
1.- El
primer paso es el de la consciencia,
ser consciente de lo que me pasa, el “Conócete a ti mismo” del Oráculo de
Delfos (gnóthi seautón). Ser capaz de reconocer la situación, saber cómo estas,
qué haces, qué sientes, qué piensas.
Oráculo de Delfos |
¿Qué
tal estás? Respondemos a esa pregunta de manera automática, sin pensar, también
podemos hacerlo de forma consciente, parar y dividir la pregunta: Escuchar
nuestro cuerpo, hacer un recorrido desde la cabeza a los pies, ¿Cómo estoy
físicamente?; Mirar nuestros pensamientos ¿Qué estoy pensando? ¿Qué creo que me
sucede?; Nuestras acciones ¿Qué hago? ¿Qué quiero hacer?; Nuestros sentimientos
¿Cómo me siento? ¿Cómo te siento? ¿Qué implica todo esto para los demás? ¿Para
los que nos rodean?
No
tengas prisa, te puedes tomar tu tiempo, todo gran camino empieza con un primer
paso y llegar no depende de ir muy rápido, depende de seguir dando pasos, a tu
ritmo. Tenemos el hábito de ir en automático y
cambiar supone un esfuerzo.
2.- Puedes
pensar que cuando te conoces, eres consciente, lo siguiente es cambiar si es
que quieres. Te recomiendo un segundo paso previo, aceptarte, aceptar como eres, lo que piensas,
sientes y haces.
Si
eres de una determinada manera no empieces por flagelarte, seguro que también
tiene su parte positiva, lo haces porque algo consigues a cambio o algo
conseguías a cambio. Forma parte del ser consciente que hablaba en el punto
anterior.
Observa
los pros y los contras, acepta que ese/esa eres tú. Si has sido así durante
mucho tiempo puedes permitirte estar ahí un poco más.
3.- El
tercer paso es cambiar, si es que
quieres cambiar. Siendo consciente, habiendo aceptado la situación, es más
fácil saber si quiero cambiar, qué quiero cambiar y decidir el cómo quiero
cambiar.
En
algún caso tendremos que cambiar nuestros paradigmas, nuestras creencias de
base, cómo creemos que funcionan las cosas. Venía a decir Einstein: “si quieres
conseguir cosas distintas no sigas haciendo lo mismo”.
Teniendo
claro el qué quieres cambiar hay que buscar opciones, los cómos, las
posibilidades de renacer de nuevo y ponerse en marcha. Aprendemos desde
pequeños por el método de prueba y error, un niño se cae unas 4.000 veces antes
de aprender a andar.
Seguro
que has sido niño/a y has aprendido a andar, eras constante cuando querías algo
e ibas buscando cómo conseguirlo, primero apoyándose en algo y después de forma
más independiente. Para cambiar, para aprender, a veces es bueno buscar apoyos
antes de poder hacerlo de forma automática.
4.- Consolidar el cambio puede
ser lo más costoso. Es como ordenar la habitación, puede que cueste cambiar
cómo está, ordenar, y eso es sólo el principio, después hay que mantener el
orden.
Cómo
se suele decir “la cabra tira al monte” y si no aplicamos la consciencia probablemente
nos volvamos a encontrar en la situación inicial. Hagamos cambios conscientes,
queridos.
Es
el camino del héroe, patrón de las
historias populares y leyendas. Al héroe desde dónde está se le presenta un
reto o una aventura, al que se resiste, cuando decide asumirlo y ponerse en
marcha, encuentra ayuda u orientación, tras pruebas, enemigos y aliados va
avanzando hasta la gran prueba, en dónde vence para obtener la gran recompensa
y volver triunfante y transformado. Claro ejemplo el de Ulises en la Odisea de
Homero, donde tardo 20 años en regresar a Ítaca. Cada uno tenemos nuestro
camino del héroe.
Lo
que se consigue rápido se suele olvidar rápido, por eso date tiempo para
conocerte, aceptarte, decidir qué quieres, cómo quieres cambiar y para
consolidar lo que hagas. No hace falta correr, sólo hace falta ir dando pasos.
Ahora a empezar a practicar.
ResponderEliminarGenial post 👏👏👏
Buen post! Y lo que cuesta consolidar el cambio, es lo más duro desde mi punto de vista.
ResponderEliminarUn Saludo