miércoles, 24 de junio de 2015

Elige vivir tu tiempo

Tener la posibilidad de elegir puede generar estrés, puede paralizar y bloquear. El miedo a la opinión de los demás, a las críticas, por faltar a un evento al que te sientes obligado puede generar una gran desazón. Si tienes varias cosas que podrías hacer es una suerte poder escoger, partiendo de la autoconfianza y sintiendo la libertad de elección

Cuando tienes más de una opción apetecible y no puedes hacer todo, puedes elegir sufrir la elección, fijarte en lo que vas a dejar de hacer o incluso quedarte meditando que hacer para no hacer nada o puedes decidir, ELEGIR y disfrutar de la elección que te apetece, te lleva a un sitio mejor o vas a disfrutar más.
Dejar puertas abiertas, no cerrarlas, es un sumidero de energía. El enfocarnos en lo que podemos perder más que en lo que podemos ganar nos paraliza y el dejar puertas abiertas dispersa los esfuerzos.

Una forma de generar foco es “quemar las naves”, elegir y no dejar la posibilidad de vuelta atrás, lo que nos enfoca en el objetivo y nos hace persistir. Cómo cuando un general quema las naves al desembarcar en territorio enemigo de forma que sólo queda la victoria o la muerte. No cabe la opción de derrota, no cabe la duda ante la dificultad de volver atrás.

En el clásico de Napoleón Hill “Piense y hágase rico” se nos invita a escoger un objetivo concreto y centrar toda la energía, fuerza de voluntad y esfuerzo para conseguirlo. Sin vuelta atrás, ganar o perecer en el intento.

Si no eliges los demás, la sociedad, elige por ti. Te encontrarás haciendo cosas que no te apetecen, que no te llevan a dónde quieres ir. Si te dejas llevar por los demás no tendrás un deseo propio.

La capacidad de elegir nos hace libres. Igual que ejercitamos los músculos para poder andar, la capacidad de elección se ejercita y si no la empleamos se pierde, como cuando nos escayolan y estamos una temporada sin andar tenemos que hacer rehabilitación, empezar por pequeños pasos. Si te cuesta elegir empieza por pequeños pasos, pequeñas elecciones.

Podemos elegir no sólo lo que vamos a hacer, también con quien nos relacionamos, la actitud con la que vamos a hacer cada cosa. Podemos elegir empezar el día enfadados, de mal humor, con actitud pesimista o elegir al levantarnos reír, disfrutar, perdonar y saborear tu tiempo. Elige vivir tu tiempo.

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