Se acerca el día de Navidad, lo tenemos a la vuelta de la esquina, mi hija ha vuelto de Madrid, donde está estudiando y ya estamos los cinco en casa. Esta tarde nos juntamos con amigos de toda la vida, algunos vuelven a casa por Navidad, como decía el anuncio del turrón “El Almendro”.
Mucho
trabajo para algunas personas, que son los que organizan los encuentros, las
comidas, las cenas; agradecer que generen los espacios para volver a compartir
nuestro tiempo. Nos liamos lo que queremos, no has comentado alguna vez ¡Qué
bien se cenaba con unos huevos fritos con patatas!
Espero
que tanta preparación no nos haga olvidarnos de cosas importantes, como el
encuentro y el compartir buenos ratos (espero que no se conviertan en
discusiones).
En la tradición
cristiana, en Navidad celebramos el renacimiento del niño Dios. Lo podemos
aprovechar como una oportunidad de renacer nosotros mismos, de elegir cómo
queremos vivir a partir de hoy. Hoy es el primer día del resto de tu vida y tú
eliges como quieres vivir las circunstancias que te estén tocando, que no son siempre
fáciles.
Navidad: reencuentro y renacimiento (personal y de relaciones) |
La Navidad
es sinónimo de reunión, re-unión, volver a unirse. Tiempo de congregarse en
familia, con los amigos y la comunidad, para compartir momentos de alegría,
reflexión y amor. La Navidad nos invita a parar y valorar a los que nos rodean,
abrir las puertas a los que han estado distantes.
¡Menudo
regalo! Reencontrarnos y renacer. Espero que tus Navidades y las mías sean un
poco de estas dos cosas.
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