La
muerte de Gabi me ha dejado en crisis (puedes leer la entrada anterior si no
sabes de que hablo). Su ausencia me ha hecho valorar aún más la vida y cada
momento que tenemos. A veces olvidamos que estamos de paso, que lo que hoy
parece eterno mañana puede desvanecerse. Y precisamente por eso, cada instante
cobra una importancia enorme.
Las
crisis, aunque incómodas, nos ponen delante un espejo. Nos obligan a
preguntarnos si estamos viviendo la vida que queremos o simplemente dejándonos
arrastrar. Nos invitan a parar. Al
parar podemos volver a encontrar lo esencial.
En mi
caso, estos días he podido detenerme, dejarme sentir, ver dónde estoy y a qué
me dedico, tomar perspectiva. En esta pausa he visto con claridad que algo
nuevo está emergiendo. De momento, por mi parte tengo una dirección para los
próximos dos años (el cambio mayor será a partir de enero de 2028; a esto me refiero
con lo que puedes darte tiempo, no hay prisa), pero el cambio está emergiendo,
algo nuevo va a surgir de esto. En esta parada puedo ver que ya algo empezó el
año pasado y el cambio me lleva en nueva dirección, aunque los vientos soplen
igual, las velas tienen otra orientación. A veces basta una tarde para soltar
los planes preestablecidos, liberar los sueños que cambiaron sin darte cuenta,
y recuperar energía para seguir adelante con más fuerza.
No
siempre es fácil. Lo conocido da seguridad, aunque no nos haga felices. Pero
quedarse por miedo es elegir el conformismo. La pregunta clave es: ¿qué harías
si no tuvieses miedo? A partir de ahí, toca poner cabeza, distinguir riesgos
reales de imaginarios y atreverte a dar un primer paso, aunque sea pequeño.
La pregunta
puede adaptarse ¿Qué puedes y quieres hacer incluso con miedo? ¿Cómo puedes probar
para ir acercándote a eso que sueñas? Probar, sentir, ver y después si no te gusta
vuelves a cambiar o vuelves a lo de antes.
Todos
necesitamos de vez en cuando ese momento de parar, mirar el camino y decidir si
seguimos igual, si cambiamos la ruta o si simplemente retomamos fuerzas para
continuar. Porque la vida no es lineal, cambia dentro y fuera de nosotros, y el
equilibrio está en adaptarse sin perder el rumbo propio.
Si
sientes que ha llegado tu momento de parar y reflexionar, quiero invitarte al
curso “Gestión del tiempo, gestión de
vida”. Creo de verdad que este taller puede ayudarte a encontrar claridad,
a detenerte para mirar y ver el camino, para decidir y volver a ser
protagonista de tu vida. Lo impartiré durante ocho miércoles, de 18 a 20 horas,
comenzando el 15 de octubre.
En el
taller te contaré mis planes hasta 2028 y más allá. También como puedes hacer
los tuyos, que te liberen en lugar de encadenarte.
Aquí
tienes toda la información e inscripciones: https://www.ubu.es/te-interesa/gestion-del-tiempo-gestion-de-vida-i-y-ii-edicion
Si
quieres seguir leyendo lo que se publica en el blog, formar parte de esta tribu,
puedes seguirme en LinkedIn, para no perderte la próxima entrada. Haz clic aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario