miércoles, 9 de septiembre de 2015

Reserva un tiempo

Nunca encuentras un rato para ponerte con las facturas, con ese informe importante, para hacer ejercicio. No tienes un tiempo sin interrupciones para ese asunto que requiere una mínima concentración.

En algunas empresas se ha establecido la hora tranquila, una hora al día en el que no se envían correos ni se hacen llamadas (por tanto tampoco se reciben correos ni se reciben llamadas). Un tiempo para “trabajar” y lo pongo entre comillas porque no significa que el resto del tiempo no se trabaje, seguro que sí, es un tiempo para trabajar en eso que necesita un mínimo de concentración o continuidad.

Esa interrupción de un minuto puede ser muy perniciosa, por ejemplo si nos interrumpen en mitad de una lectura, aunque sólo sea un minuto, tendremos que releer algunas frases cómo poco para retomar el hilo. Y no sólo eso, hay veces que perdemos tanto el hilo que no nos volvemos  a poner (¡Ahora que había conseguido ponerme con esto, que además no me apetece, he encontrado la excusa perfecta para no continuar!).

“Recuperarse de una interrupción puede llevar más tiempo que la interrupción misma” (José María Acosta Vera).

Lo mismo puede pasar en casa, especialmente si tienes niños pequeños, quizá no encuentres el tiempo para hacer nada. Paco, un amigo al que admiro profundamente, trabajaba en casa con dos niñas de unos 3 y 6 años. Le pregunté cómo lo hacía y simplemente me dijo “Cierro la puerta”, sabía establecer límites mejor que yo, que también cerraba la puerta y me la abrían.
Foto de Alfredo Cofré - Reservado (¿demasiado tarde?)
Cómo en la foto no esperes a que sea demasiado tarde para reservar tu espacio, en la vida actual, no en la siguiente. Por tu cuenta puedes establecer momentos en los que no serás interrumpido o en los que hacer esas cosas que necesitan continuidad, es cuestión de aprender a establecer límites y ser capaz de decir “NO”.

Necesita su equilibrio, no puedes decir “NO” siempre. Igual que estableces esas horas para no ser interrumpido tiene que haber también tiempo para todas las actividades que requieren interacción. Buscar el equilibrio entre tiempo “tranquilo” y tiempo “disponible”. Si coordinas un equipo es necesario que dediques tiempo a las personas, dependerá de tu tipo de trabajo cual es el equilibrio a buscar entre tiempo tranquilo y tiempo disponible.

Esto sirve también para cuando llevas trabajo a casa para el fin de semana, cuántos traen y llevan el ordenador de la oficina a casa para sólo pasearlo. A mí me pasaba cuando era estudiante y volvía a casa de mis padres algún fin de semana con los libros, puede que nunca los consiguiese abrir. Si quieres avanzar en algo, reserva el tiempo, esas dos horas o las que sean qué quieres dedicar, háblalo en casa y de las 48 horas del fin de semana podrás dedicar 2 horas a ese tema y 46 al resto. Yo todavía estoy aprendiendo, eso que la teoría la tengo clara.

Sirve también para hacer deporte, ¿En qué momento del día te vas a poner con ello? Reserva ese espacio ¿O que tiempo vas a dedicar al inglés? “Equilibrio entre tiempo disponible y tiempo reservado para tus cosas importantes”.


Eres tú quién decide que es lo importante para ti, respétate y resérvate tiempo, para ti seguro que eres importante (y si no lo eres deberías serlo), reserva tiempo para cuidarte y para hacer las cosas que importan (“que te importan”). Un posible indicador de lo que es importante es el tiempo que dedicas.

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