En
un par de generaciones hemos perdido gran parte de nuestra conexión con la
naturaleza. Mis abuelos eran agricultores, estaban conectados con la tierra y entendían
bien las leyes naturales, la vida les iba en ello.
Una
de esas leyes universales es la ley de
la cosecha, hay que sembrar para poder recoger. Además no es automático, no
vale solo con sembrar, existe todo un proceso. Este proceso va en contra de la
cultura del pelotazo, hay que dar tiempo para que la semilla crezca y poder
recoger los frutos.
Cada
fruto tiene su periodo de crecimiento y maduración, una cosa es sembrar trigo y
otra distinta es plantar un cerezo. En un caso nos puede permitir recoger en un
periodo más corto y en otro en un plazo más largo, también durante más tiempo.
Cosecha de quinoa - foto de Mariano Mantel |
Antes
de nada hay que preparar la tierra, como hace el caballero con suerte que
consigue el trébol de cuatro hojas en el libro “La buena suerte” de Alex Rovira
y Fernando Trías de Bes. Buscar la tierra adecuada, prepararla para cuando
llegue la semilla.
Una
vez preparada la tierra y en el momento adecuado toca sembrar y sembraremos
según lo que queramos recoger, si quieres recoger tomates no sembrarás patatas.
Cada
semilla, cada planta, necesita sus cuidados, regar lo necesario, quitar las
malas hierbas. Según lo que sembremos y lo que queramos recoger habrá momentos
en los que tengamos que tener mayor dedicación y emplearnos con disciplina, no
vale con regar hoy para todo el mes, hay que ir de forma progresiva.
Y
tenemos que estar atentos para recoger en el momento oportuno, cuando la semilla
ha madurado. La cosecha también puede suponer dedicación, disciplina y
esfuerzo.
Quien
convive con agricultores sabe que no siempre que se hace el trabajo se recoge,
no siempre que se siembra y se pone empeño la cosecha es buena, dependemos de
fenómenos que no controlamos, como que haga calor o frío, de que hiele en el
momento menos oportuno.
A
pesar de estas componentes menos controlables es casi seguro que si no siembras
no recogerás y que sembrando incrementas tus posibilidades de recoger, tanto o
más cuanto mejor conozcas el proceso de lo que siembras y cuanta mayor
disciplina apliques.
Para
conocer cómo sembrar y llegar a una buena cosecha lo mejor es preguntar a los
que ya lo han hecho. Vamos pasando nuestros conocimientos de una generación a
la siguiente, lo que nos ha permitido ir aprendiendo cada vez más, apoyándonos
en los que vinieron antes que nosotros. Aprovecha este conocimiento que ya está
ahí.
Somos
responsables de lo que recogemos, si no te gusta lo que recoges mira a ver qué
es lo que has sembrado (y cómo has cuidado lo que has sembrado). Sirve para
resultados académicos, en las relaciones con los demás, en el trabajo que
tienes y en todos los aspectos donde busques un resultado. Somos responsables
de nuestra vida y dependiendo de lo que siembres hoy recogerás mañana.
¿Qué
es lo que estás recogiendo? ¿Qué quieres recoger? ¿Cuál es el proceso?
Paciencia, que la semilla crezca lleva tiempo, y disciplina, no todos los días
apetecerá ir a cuidar la tierra ¿Qué vas a sembrar y recoger?
El periodo de crecimiento puede ser largo y en algunos casos puede parecer que no está sucediendo nada. La naturaleza tiene sus reglas y son reglas a respetar.
Interesante entrada Nacho
ResponderEliminarGracias Josema, en el campo que nosotros regamos los frutos se ven con mucho tiempo
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